miércoles, 22 de julio de 2009

MINERIA EN EL ESEQUIBO

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Infografía del periódico El Universal


En medio de la vorágine de noticias del país ocurren importantes cosas que pasan casi desapercibidas, ya que estamos sumergidos en una tenebrosa polarización política que oscurece todo, puesto que se alimenta, por ejemplo, de expresiones como la del presidente de PDVSA, quién dice públicamente que odia a la oligarquía, porque el es un revolucionario que se identifica con los trabajadores.

Claro, él es un revolucionario muy especial con los 60 millones de bolívares mensuales que gana, aparte de los bonos adicionales que recibe y le genera un ingreso anual sobre mil millones de bolívares, además, seguramente se confunde con el término oligarquía que se refiere a un gobierno de unos pocos privilegiados que controlan el poder… ¡Qué ironía! ¿O es sólo desfachatez?.

Quiero referirme a una noticia que me parece ha quedado indebidamente eclipsada, muy poco analizada por los medios de información, sobre las grandes subastas públicas que el gobierno guyanés está efectuando para la explotación de diversos minerales en el territorio Esequibo en reclamación.

Según la información publicada por el periódico el Universal, entre febrero y abril pasado la comisión gubernamental de Minas y Geología de Guyana ofertó nueve grandes bloques en los departamentos mineros fronterizos con Venezuela y dentro de la zona que Venezuela reclama como suya desde el siglo antepasado.

De hecho, grandes espacios del territorio Esequibo se encuentran ya en plena fase de explotación de oro y diamantes por parte de empresas trasnacionales. Es el caso de siete proyectos que desarrolla la Sacre Coeur Minerals Ltd. y de tres más a cargo de la Guyana Goldfields Inc., ambas empresas de origen canadiense. Véase mayor información en las páginas web: http://www.ggmc.gov.gy/; http://www.guygold.com/; http://www.scminerals.com/

De acuerdo con la referida Comisión, Guyana Geology & Mines Commission, para fines de 2009 se prevé que habrá mil mineros trabajando en la zona, número que creen llegará a 5 mil el año que viene. La zona es rica en oro, diamantes y granito, entre otros minerales. Los bloques ofertados forman parte de dos grandes proyectos mineros, denominados Amamury y Oko, llamados así por la zona donde están ubicados.

Mientras tanto, el gobierno de Venezuela guarda un extraño silencio, como si dijese esta boca no es mía, precisamente hay mutismo en un gobierno que sufre de delirio e incontinencia verborreica. Ahora no dice nada, porque supuestamente no quiere discutir con un país hermano que argumenta que Venezuela debería retirar su reclamo dado que ambos países son antiimperialistas.

Pero esta actitud no siempre fue la misma. El 19 de marzo y el 1 de abril de 2000, el presidente Chávez expresó su enérgica oposición al otorgamiento de una concesión a la empresa estadounidense Beal Aerospace Technologies, para construir una plataforma de lanzamiento de satélites en el Esequibo.

No obstante, en marzo de 2004, unas históricas y desbocadas declaraciones del hiper-líder cambiaron lo que había sido la política tradicional venezolana frente a una legítima reclamación territorial. Chávez dijo que Venezuela no se oponía a que Guyana otorgara unilateralmente concesiones y contratos a compañías trasnacionales en el Esequibo (¡?).

El resultado de esta actitud ha sido prácticamente el abandono unilateral de la reclamación venezolana, tácito por ahora, y quizás explícito en el futuro. Sin ningún tipo de reparación para Venezuela, como la parte perjudicada de la referida reclamación territorial. Así no se puede cerrar sanamente esta controversia que debe apuntar hacia un resultado de ganar-ganar entre las partes.

La raíz histórica de este asunto se halla en que todas las constituciones venezolanas, desde 1811 hasta la denominada “bicha” de 1999, han estipulado que el territorio de Venezuela es el mismo que comprendía a la antigua Capitanía General de Venezuela como heredera del Imperio Español en América.

Esto explica por qué categóricamente la nación venezolana nunca ha reconocido la sentencia del Laudo Arbitral de Paris del 03 de octubre de 1899, aparte de estar ésta viciada por sus singulares irregularidades, que la hacen nula de toda nulidad, pero que lamentablemente ha separado a la Guayana Esequiba del territorio nacional.

Sin embargo, la reclamación de los territorios de la Guayana Esequiba a partir de 1962 en las ONU culminó con el Acuerdo de Ginebra en 1966, el cual establece en su artículo primero que se creará una comisión mixta con el encargo de la búsqueda de soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de la controversia.

Entonces: ¿Qué significa el silencio actual del gobierno? ¿Qué implicaciones tiene una política de “dejar hacer al gobierno guyanes”? ¿Cómo se califica esta actitud? ¿Es patriotismo o traición a la patria? ¿Dejaremos entregar la Guayana Esequiba sin más ni más? ¿Sin pena ni gloria?... ¿Y tú, que piensas?
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Proyectos de Guyana Goldfields Inc.

Propiedades de Sacre-Coeur en Guyana

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