CUENTOS DEL ABUELO
Alex Villanueva A.
Caracas, 2014
.
Enero 22 de 2014
GRACIAS A CHAVEZ
Gracias a Chávez me salvé después
de mi intervención quirúrgica del año pasado. Gracias a él, pues cuando se me
pasó el efecto de la anestesia me desperté conciente de que tenía un riñón
menos, pensé que no podría moverme y que pronto me moriría, entonces vi en la
TV que había cadena nacional y hablaba Chávez. Me tuve que levantar para apagar
esa mierda, gracias a Chávez me levanté y recobré mis fuerzas.
Siempre las cosas tienen un lado
positivo, no lo olvides.
*
* *
Mayo 15 de 2014.
¿QUIEN ENTIENDE A LAS MUJERES?
El otro día llegué a almorzar a casa y le pregunto a mi esposa:
- ¿Inés, de cuál sopa me sirvo? ¿De la que acabas de hacer o de la que está en el refrigerador?
- Saca de la que esta en la nevera - me contesta - esa es la que quedó del fin de semana.
- Sí, claro - contesto algo incómodo - como yo soy el perro de la casa me tengo que comer la comida añeja.
- ¡Cómo se te ocurre hacer ese comentario! - me contesta encendida de rabia - tú eres un malagradecido, siendo que yo siempre te atiendo de la mejor manera, Nunca más vuelvas a decir que eres el perro de la casa. Me deshago por atenderte, hago las sopas que te hacía tu mamá, te plancho las camisas mejor que tu mamá...bla, bla, bla...y muchos más bla, bla, bla...
¡Dios mío! Desperté la ira de un volcán que explotó con toda su fuego interior, que si hubiésemos estado en Pompeya no habría quedado vestigio alguno.
Después de una larga calma, propia después de la tempestad, pregunté tímidamente:
- El postre que está en la mesa, ¿de quién es?
- ¡Del perro de la casa! - retumbó del interior del apartamento,
¿Quién entiende a las mujeres?
* * *
Mayo 18 de 2014.
¡SALUD!
Hace unos días estábamos en
familia celebrando el día de las madres, entonces mi hijo Andrés, con el cariño
y la delicadeza que lo caracteriza, me dijo:
- Oye, won. ¿Quieres un palo?
Estamos en Venezuela, de modo que esta expresión puede ser malinterpretada en otro contexto, motivo por el cual paso a explicarla. Aquí se usa este dicho en relación a un vaso de licor, pues “”echarse un palo” significa beber alcohol, “un palito de ron” es un vaso de ron. Claro, es verdad que con el exceso al otro día se puede amanecer como si tú hubieses sido apaleado con brutalidad.
En cuanto al “won” es una nueva adquisición del lenguaje coloquial que años atrás aquí no se usaba. No es original de China, pero sí recuerdo que en Chile se usa con mucha frecuencia. De hecho, me explicaron en el sureño país que significa ‘’campeón” y es sorprendente la cantidad de campeones que hay allá, también muchas campeonas.
Es tan común esta expresión, aunque también me parece intrigante y misteriosa, pues recuerdo que una sobrina mía se fue de su casa porque dijo que su mamá era muy campeona. O sea, el sentido de orgullo por una campeona lo expresan yéndose de la casa. ¡Qué cosa tan extraña!
El caso es que nos tomamos un palito a la salud de Inés y de todas las madres del mundo. ¡Salud, y cáiganse a palos!
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Mayo 18 de 2014.
GOLPISTAS
Tengo un amigo que le dicen
“cabeza de vaca”, lo cual lo enfurece de manera endemoniada cuando se lo dicen.
De lejos siempre le gritan “Hola, cabeza de vaca”, y él se encoleriza en
extremo.
Un día, para ser amable lo saludé cordialmente: “Hola, amigo”, entonces él me miró fijamente, pensó un rato y me contestó: “¿Amigo?, amigo es el ratón del queso y el queso lo hacen con leche de vaca… y la leche viene de la vaca, entonces, ¿tú estás tratando de decirme cabeza de vaca?”, terminó hablando todo crispado mientras resoplaba lleno de ira.
Este chiste me recuerda al gobierno cuando acusa a la oposición de planificar un golpe de Estado y un magnicidio contra Maduro. Supuestamente el gobierno interceptó un mail de la diputada María Corina Machado, que inventado o no, le dice a Diego Arria: "Hay que limpiar esta porquería, comenzando por la cabeza, aprovechando el clima mundial con Ucrania y ahora con Tailandia"
Para los servicios de inteligencia del gobierno está clarísimo, si le dice “porquería” es porque hay que asociarlo con los cerdos que comen porquerías y, por supuesto, como a cada cochino le llega su sábado se deduce que estos fascistas de la oposición están anunciando el magnicidio y el golpe de Estado. Inteligencia del más alto nivel.
¡Cosas veredes, Sancho!
* *
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Junio 05 de 2014
DEBES TOMARLA CON LA SERVILLETA
Hoy he tenido un día especial. En
efecto, este día ha trascurrido entre uno y otro examen médico de control, que
indagan en las profundidades del organismo.
Estuve en las instalaciones clínicas de Diagnoimágen y, entre otros, me hicieron un ecodoppler testicular que me ordenó el médico urólogo en una cita de control y que, cuando me examinó, me dijo ¡qué bolas!, lo que es una expresión muy venezolana y significa algo parecido a ¡qué fastidio!, pero que por error alguien podría confundir con las expresiones chilenas que la interpretaría como ¡qué grande las tienes!, es decir, eres un huevón, o un boludo como diría un argentino. Pero no, nada de eso, ni me doy por aludido, ni es lo que quiso decir el médico, sigo con mi autoestima muy por alto, simplemente se refería a un quiste resultado del desgaste propio del uso excesivo.
Mi sorpresa en el centro clínico fue que me atendió una doctora, sin embargo, con ella aprendí cosas nuevas, aprendí una nueva norma para mi repertorio de buenas costumbres y modales propias de caballeros bien educados. Una vez desnudo y tendido en la camilla, la bella doctora me pidió que me agarrara el priripicho con una servilleta y me la sujetara hacia arriba para facilitar su trabajo. Sorpresa, primera vez que me la agarro con una servilleta, ¡hay que agarrarla con servilleta! Pues, ahora, cada vez que voy al baño me la agarro con una servilleta y no tengo que gastar la escasa agua que tenemos en Caracas.
¡Cosas veredes, Sancho!
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Sept 18 de 2014.
LA COMUNICACIÓN MODERNA
Me registré en facebook para
aprovechar las ventajas de la comunicación a través del espacio cibernético, ya
que igual que twitter y muchas otras herramientas, es una potente herramienta
de trasmisión instantánea de mensajes. Uno puede seguir a muchas personas y
mucha gente lo puede seguir a uno, es una maravilla, se pueden enviar
comentarios, fotos, videos y casi todo lo que se dé la gana, estamos conectados
en una tremenda red. Claro, eso sí, nadie lee lo que escriben otros, ni le
importa un carrizo que le sucede a los demás… así es la comunicación del mundo
moderno, conseguir un espacio para hablar de lo mío y poco me importa lo tuyo.
Sin embargo regresé a escribir en Facebook, ¿y por qué?. Muy simple, descubrí que es un buena terapia para el estrés que provoca la agitada vida citadina, aunque la mía no es precisamente muy agitada, igual necesito terapias para la búsqueda de la esquiva felicidad, o al menos para una vida buena, como dice Fernando Savater.
Así pues, paso a contar algo de mi último acontecer. Estoy en chequeos de la próstata y acabo de recibir la buena noticia de los resultados satisfactorios de una biopsia que me realizaron. Claro, ahora la tengo aportillada, quiero decir perforada como un colador debido a la toma de 16 muestras, entonces, ahora cuando voy al baño el trasero me quedó como una ducha.
En todo caso, el urólogo me ofreció cambiarme el piripicho, sí, el piripicho, el mismo que cuando el elefante vio a un hombre desnudo dijo: ¡… y ese animal cómo puede comer con esa trompita tan chiquita! Bueno, le contesté al médico que si me lo cambiaba por uno más grande yo no tenía ningún problema, a lo cual me contestó que debido a la tremenda escasez en Venezuela sólo quedaban modelos pequeños, pero hay buenas noticias, me dijo, tenemos de varios colores. Le consulté a Inés y, ella siempre tan complicada, quiere de color amarillo fluorescente, con pilas y control remoto… ¡vaya exigencia!
Nota: ¿Alguien llegó leyendo hasta aquí? ¡¡Sí eres curioso!! Sólo quería de ti una sonrisa.
* * *
Sept 22 de 2014.
REFLEXIONES
Hoy me preguntaban qué había hecho durante el día. Respondí que me había dedicado a pensar, lo que me parece que es lo más natural del mundo, pues somos animales superiores que podemos volver la mirada hacia el interior y examinar nuestras percepciones.
Hoy me preguntaban qué había hecho durante el día. Respondí que me había dedicado a pensar, lo que me parece que es lo más natural del mundo, pues somos animales superiores que podemos volver la mirada hacia el interior y examinar nuestras percepciones.
Claro, hay personas que consideran raro que alguien se dedique a pensar, les parece sinónimo de ocio, flojera, vagabundería, como perder el tiempo sin aprovecharlo para hacer algo útil, ¿útil para quién? Más bien muchas personas hacen todo lo posible para dejar de pensar, se circunscriben a hacer cosas que le impidan pensar, ponen el cerebro en piloto automático y listo: una vida feliz.
En cualquier caso estuve pensando en mi hijo, al que no quiero identificar para no afectar su sensibilidad. Mi hijo tiene unas ansias exageradas de poder, lo que David McClelland denomina “necesidad de poder” como elemento de motivación relevante: motivación de poder. Es la motivación para conseguir autoridad, capacidad para influir sobre los demás y sobre determinadas situaciones, alcanzar estatus social, prestigio, admiración, dominación y asociada con la ambición de tener mucho dinero.
No me parece que esto sea bueno o malo. Eso depende del para qué, ya que si es para ayudar a que los demás consigan la satisfacción de sus logros resulta esta motivación extraordinariamente generosa y moralmente muy buena, pero si es para aplastar a los demás como unas cucarachas y erigirse como supremo poder arbitrario que subyugue a otros no se ve nada bueno, por lo menos nada bueno para los demás.
Esto me recuerda grandes líderes en la historia que ejercieron en su momento una extraordinaria influencia. Tenemos el caso de Adolfo Hitler, que los accidentes de la historia lo llevaron a ejercer un tremendo poder y condujo a la humanidad a una conflagración mundial con más de 60 millones de muertos. Desató las acciones más bárbaras de la guerra, allí se puso al descubierto lo más infame de la condición humana. Se persiguió y asesinó a judíos, gitanos, maricas, tontos, locos, etc., y se invadió a otros territorios para lograr el espacio vital para una raza aria supuestamente superior.
En la guerra los adversarios tampoco lo hicieron mal, me refiero a los aliados, pues bombardearon ciudades alemanas completas para hacer desaparecer a todos sus habitantes: mujeres, niños, ancianos, perros, gatos. ¿Y qué decir de Nagasaki e Hiroshima en Japón?, todavía quedan los efectos de la radiación diseminada sobre simples ciudadanos. La motivación de poder no se ve nada bueno en este caso donde un hombre manipuló para ser visto como un salvador de Alemania, el Gran Reich.
Pero un caso diferente es el de Mahatma Gandhi, el líder pacifista de la independencia de India, que combatió con la fortaleza de su espíritu, la resistencia no violenta, la desobediencia civil, el amor por los demás. Nadie puede negar la importancia de su aporte histórico, pero quiero destacar al amor por los demás, particularmente por las jovencitas que dormían desnudas con él para probar su autocontrol como célibe: ¡Vaya proeza!
Según Gandhi, sus experimentos sexuales de dormir con diferentes muchachas desnudas le ayudaban a contemplar la unidad entre hinduistas y musulmanes en la India, y decía que él era como una madre para ellas. ¡Eureka!, yo quiero unir a toda la humanidad: ¡muchachas venid a mí para dormir juntos desnudos y probar mi pureza!, yo quiero ser como Gandhi.
Hijo mío, no está mal tu ambición de poder, lo importante es seguir los dictados de la conciencia y no hacer aquello de lo cual nos podamos arrepentir o nos cause sentido de culpabilidad después. Ahora, ¿qué es la conciencia? Déjame pensar, no es sencillo, esto lo dejamos para otra reflexión.
* * *
Septiembre 24 de 2014.
LA VIDA ES BELLA
Andrés, si una persona bebe un
vaso de coca cola quizás pueda volver a tomar otro y lo disfrute, pero tomar 10
ó 15 vasos no es motivo de disfrute para nadie. No es que quiera hacerle
propaganda a este refresco, por el contrario, me parece que es un promotor de
la diabetes, hipertensión arterial y el desarrollo de células cancerígenas,
aparte de ser agente del imperialismo yanqui.
Hago esta referencia, Andrés,
porque quiero destacarte que en algunas personas no ocurre lo mismo con la
cerveza. Toman una cerveza y les da más sed de cerveza, mientras más beben es
más el deseo de seguir ingiriéndola. ¿Tú lo has notado cuando bebes? Yo sí lo
he notado, por supuesto que sí, vengo de un padre alcohólico que supongo marcó
los genes con esta maldición.
No pretendo despotricar contra mi
viejo, ya bastante él hizo para que yo existiera y pudiera hace años decidir libremente
que dejaría de beber alcohol. Es asunto de fortaleza de voluntad más que de
herencia. El tuvo su vida y yo tengo la mía, así de sencillo. La herencia se
acepta y se administra, por ejemplo, yo soy feo por herencia, pero soy muy
hermoso de espíritu porque así me desarrollé… bueno, casi, casi… tengo toda una
vida intentándolo, pero me siento bien y satisfecho de mi vida.
El caso es que la cerveza activa
neurotransmisores en el cerebro para ordenar al organismo que siga bebiendo, a
pesar de que el hígado no da para más, el estómago se te revuelve, la mirada se
te nubla, el entendimiento se eclipsa, pierdes el equilibrio y en medio de la
intoxicación etílica el borracho se mea y se caga. Entonces pone una cara de estúpido
y se ríe como un imbécil.
Por supuesto que la bebida
alcohólica produce una suerte de euforia, adquieres una locuacidad sin barreras
de inhibición, la conducta es impulsiva y te crees dueño del mundo: ¡el poder!,
sientes que te la estas comiendo. Quizás lo disfrutas, ¿a qué precio?, ¿y qué
pasa con los demás que te rodean?
Quizás la causa de la adicción
sea genético, tal vez no, puede ser simplemente una adicción resultado del
ambiente juvenil atrapado en la sociedad de consumo. Lo que sea, pero es
evidente que la bebida es un mecanismo de evasión de la realidad, como
cualquier otra droga, conduce al igual que la avestruz a esconder la cabeza
para no ver su entorno, pero la porfiada realidad sigue estando allí, los
problemas siguen estando allí y no atenderlos es agravarlos. Así se entra al
círculo de la depresión y el alcoholismo, una alimenta la otra y traen consigo
la desgracia.
El alcohol en el torrente sanguíneo
inhibe la producción de glóbulos blancos y rojos.
La disminución de glóbulos blancos baja las defensas del organismo y te expones
a bacterias y virus. Por otra parte, menos glóbulos rojos provocan anemia y
menos oxígeno para el cerebro que comienza a perder conexiones sinápticas:
¿quién ha visto un borracho inteligente?
Es muy grave que a los borrachos
les disminuye la libido y decae flácido el poder sexual. Los espermatozoides
hacen su tarea con flojera y descuido, mueven su colita con desgano y el óvulo
los mira con desprecio. Si llegaran a fecundar el óvulo, entonces muchas veces
los bebés nacen medios tarados, pues fíjate como soy yo.
Andrés, yo me estoy muriendo de a
pedacitos, se me murió un riñón, se me murió la vesícula y un pedazo del
vesículo, la próstata está en la mira, me duele el estómago, me faltan varios
dientes, se me cae el pelo, tengo una uña encarnada y pare de contar. Entonces
debo dejarte este mensaje antes de morir del todo, así sea que no me muera de
manera definitiva, pero se me va a ir muriendo el cerebro y entonces me será
difícil darte consejos.
Tú sabes que llevar una vida
plena no necesita de mecanismos de evasión, el ejercicio responsable de la
libertad permite elegir sendas de realización personal sin peligrosos brebajes
para el cuerpo y el alma. Como diría Erich Fromm, la evasión sicológica no es
más que el “miedo a la libertad”, en su libro del mismo nombre, que lleva a
actitudes sadomasoquistas con los demás y consigo mismo.
Este mensaje es para ti y para
que otros te lo recuerden siempre. No bebas alcohol ni coca cola, es preferible
la vida, como dice la película de Benigni: La vita è bella.
* * *
Septiembre 28 de 2014.
PENSANDO…
Un día me dije que debería dejar
de trabajar para demostrarme que me querían sin necesidad de tener dinero.
Entonces hace algunos años dejé de trabajar, sin que nadie ni nada me obligara,
y efectivamente dejé de tener dinero… bueno, ahora estoy esperando para ver
quién me quiere.
En realidad no me debo quejar, me
siento muy afortunado porque me cuidan bastante. Ayer precisamente Inés me
preguntaba:
– Alito, ¿por qué estás tan raro?
Tienes los ojos extraños y te veo muy pálido – aunque realmente no sentía ningún
malestar, pero por si acaso me toqué por todas partes e incluso me pellizqué
fuerte las nalgas.
– No me pasa nada, sólo he estado
pensando – contesté desconcertado.
– Yo sabía, yo sabía… – pues ella
siempre sabe, no sé qué sabe, pero siempre dice así de modo rezongón; luego
siguió en un tono maternal y casi susurró – Eso te hace mal, mi cara de
cochinito, abrígate bien y tómate una agüita de tilo con limón, quédate en cama
viendo alguna telenovela de Lupita Ferrer y no se te ocurra salir a la calle.
No lo puedo evitar, no puedo
apagar el cerebro y dejar de pensar, aunque sería interesante si se pudiera
disponer un tipo de switch del tipo on/off. En todo caso, ya la sociedad se
encarga de suministrar diferentes tipos de adormecimientos a la capacidad de reflexionar,
pues se nos hace sentir libres, que podemos elegir de manera independiente, no
obstante encajamos dócilmente en el engranaje social y nos dedicamos a trabajar
para otros como burros, con el perdón de los burros, para tratar de satisfacer
necesidades ficticias que crea el mercado sobre otras necesidades verdaderamente
importantes y que se postergan.
En este mundo sujeto al marketing
la razón se malogra y se envilece la inteligencia, el mundo material domina
sobre la posibilidad de lograr un desarrollo espiritual, cualquiera sea la
esfera cultural de éste, ya sea artístico, filosófico, científico, religioso,
etc. Nos estamos llenando de tontos y locos por todas partes, nos volvemos un “hombre
unidimensional” como dice Herbert Marcuse en su famoso libro. Para una muestra un
botón, véanme a mí mismo.
Es verdad, he estado pensando y
mi cerebro se llena de preocupaciones que afectan mi tranquilidad. Quizás
después de esta vida terrenal tengamos la paz y felicidad en el Cielo, aunque
sinceramente, lo debo decir, me confunde esta idea, ya que un ambiente
celestial sin el verde de los árboles, sin el discurrir de las aguas de ríos
cristalinos, sin pajaritos, sin mariposas, me parece que ese lugar debe ser muy
aburrido. Más aún, allí no habría apuro para lograr determinados objetivos, por
ejemplo, estudiar para resolver algún tema científico, escalar para alcanzar la
cima de una montaña, conquistar alguna angelita, etc., pues el tiempo es
eterno, de modo que cualquier aspiración se dejaría para intentarla satisfacer
más tarde. Entonces no habría motivación al logro.
Lo más terrible, al menos del punto
de vista freudiano, es que se determinó, después muchos años de largas y enjundiosas discusiones de los teólogos, que
los ángeles no tienen sexo debido a que su reproducción es como la de los
hongos, no requieren la intervención de una pareja. Es decir, la libido no
existiría, de manera que es como decir que todos estarían medio muertos de
todas partes, no tendrían el impulso vital.
Definitivamente me parece que el
Cielo debe ser muy aburrido, pero me preocupa que no me vaya a pasar como a mi
buen compadre cuando se murió. Se fue a visitar un fin de semana el Infierno y
lo pasó muy divertido, había fiestas, muchos tragos de bebidas espirituosas,
buena música, muchachas hermosas y muy simpáticas, comida abundante. Mi
compadre que era muy recatado y serio, ni siquiera sabía bailar, pero allá se
le soltaron los moños y bailó hip hop, salsa, merengue, reggaeton, break
dance, samba, calipso.
A mi pobre compadre se le ocurrió
renunciar al Cielo para quedarse en el Infierno, entonces lo volvieron a
recibir, pero esta vez lo torturaron y lo mandaron a las propias llamas del
Octavo Circulo del Infierno que describe Dante Alighieri, allí donde van los
fraudulentos. Por supuesto que él reclamó que la primera vez lo habían tratado
estupendamente bien, pero le contestaron que una cosa era ir como turista y
otra cosa era ser residente.
Por si acaso siempre ando vestido
de turista, una camisa de flores, un pantalón hasta la rodilla, zapatillas
deportivas, un sombrerito ala ancha, una máquina fotográfica colgada al cuello,
anteojos oscuros… no se confundan, ¡estoy de turista!
* * *
Octubre
02 de 2014.
RAZONES
DE LA RAZÓN
Hoy realicé mi control de peso, bajé un kilo
después de mi esfuerzo a lo largo de una semana con estricta dieta alimenticia
y ejercicios aeróbicos. De hecho, me dedico a caminar durante una hora con los
primeros rayos del sol de la mañana, temprano cuando salen las muchachas a
ejercitarse en el área del parque. La verdad es que las persigo, pero no las
alcanzo nunca, sin embargo mi médico dijo que era bueno que lo hiciera, aunque
sinceramente no me contestó cuando le pregunté que podía hacer si alcanzaba a
alguna de ellas.
En realidad siempre he estado convencido de que
no me sobra peso, sino más bien me falta altura. De hecho, mi hermano Pepe me
llamaba desde muchacho “el chato”. En todo caso, estoy contento porque bajé un
kilo de peso, esto quiere decir que en un mes bajaré 4 kilos, o sea, en 85
semanas llegaré a cero kilogramos, ¡en año y medio! Deducción del más puro
razonamiento lógico inferencial, yo siempre he sido bueno para las matemáticas.
Este tipo de razonamiento es el mismo que se
utilizó con el descubrimiento astronómico de Edwin Hubble acerca de que las
galaxias estaban alejándose unas de otras y consecuentemente se dedujo, al
imaginarse el movimiento a la inversa, que habría existido un momento en el
pasado en que todo estuvo reunido en un punto, lo que Stephen Hawking llama una
singularidad. A partir de ese punto se inició el tiempo, el espacio, la materia
y la energía hace 13.700 millones de años, ¡una minucia!, el denominado Big
Bang.
La expansión del Universo produce la sensación
de que somos el punto central a partir del cual todo se aleja, lo que no es
verdad, pero visto así se enaltece nuestro ego para atribuirnos una importancia
que no tenemos. Del mismo modo la historia humana está llena de astutas
interpretaciones que ponen lo propio al centro de todo, como los hebreos que se
sentían el pueblo elegido a pesar de que vivían en tierras miserables y
desérticas, o como los europeos que hasta hace poco se creían el epicentro de
la humanidad, o como los que pensaban que la Tierra era el centro del sistema
planetario con las estrellas girando alrededor.
No es sencillo aceptar que apenas somos un
experimento evolutivo entre muchos otros, quizás algo más exitoso que los
dinosaurios, al menos más afortunados hasta ahora, y que vivimos en el planeta
Tierra que es tan sólo una pequeña roca, con algo de agua, que se mueve
alrededor del Sol, y estamos ubicados en los bordes marginales de la Vía
Láctea, en el brazo de Orión, algo así como quien dice “en un barrio pobre de
la ciudad”. En esa posición gira el Sol con sus acólitos alrededor del centro
de la galaxia, apenas como una pequeña mota de polvo en un apéndice de la
galaxia. Se mueve a una velocidad de 250 Km./seg., ¡qué vértigo!
Con frecuencia nos olvidamos, o no lo queremos
recordar para mantener nuestra autoestima, que nuestro Sol no es más que una
humilde estrella entre varios miles de millones que existen en nuestra galaxia
y que inexorablemente se apagará cuando se agote su combustible nuclear. De modo
similar, la Vía Láctea es una galaxia entre otras miles de millones de galaxias
en el Universo y que, además, está en vías de colisión con nuestra vecina Andrómeda
que, por cierto, se acerca a nosotros a una velocidad superior a 300 Km./seg.
Sí, efectivamente las galaxias chocan entre sí.
Además, las estrellas nacen y siguen naciendo del polvo estelar y después mueren
con una explosión de supernova o se quedan como difuntas enanas blancas, si es
que no se las traga algún agujero negro, un ávido e insaciable monstruo que
devora todo objeto cósmico en su cercanía y que ni siquiera permite que se
escape la luz.
En un momento de lucidez, que cada vez son menos,
me he dado cuenta de que a pesar de toda esta colosal inmensidad, nos creemos
únicos y especiales. Míseros de nosotros, estamos llenos de una soberbia con la
que pretendemos salvar nuestro pellejo, incluso ofreciendo la vida de un hijo,
como lo hizo Abraham, quien acepto sacrificar la vida de su primogénito Isaac
para demostrar obediencia y salvarse él. Abrih, le dijo Dios, ¿te lo creíste?,
no ves que sólo estaba jugando…
¡Ah, no!, yo no juego así, yo me bajo de este
autobús. Y permítanme, para terminar, una pregunta irreverente: ¿Todo este
desorden cósmico lo creó Dios? ¡Y a mí me dicen ocioso y desordenado!
* * *
Octubre 06 de 2014.
CUENTO DEL BURRO
Hoy amanecí contento, miré por la
ventana hacia la piscina y vi un maravilloso día lleno de colores y un radiante
sol que anuncia el nuevo día. Así son los días en este ambiente tropical. Me
dije en mi interior qué afortunado soy, puedo disfrutar otro día, de inmediato
me contesté a mí mismo que debería aprovechar el día en algo beneficioso, ¿pero
beneficioso para quién? me objeté, y así estuve en un largo diálogo interior
hasta que me fastidié y me regañé por mis cuestionamientos tan obtusos e
interminables, pero de inmediato me contesté que es mi derecho a la libertad de
pensamiento… y así me la he llevado durante toda la mañana, conversando y
discutiendo conmigo mismo.
Cuando llegó mi hora de almorzar me
acordé de mi dieta hipocalórica, un poquito de carbohidratos y proteínas sin
grasas malas, vegetales con fibras, frutas y mucho agua, bebo mucho agua, de 2
a 3 litros diarios. Por supuesto, me ando meando a cada rato.
La dieta me recordó a mi
compadre… sí, mi compadre, el que se fue al infierno. Él era una persona muy
inteligente y siempre estaba haciendo experimentos. Una vez se le ocurrió
experimentar con un burro y le disminuyó la comida a la mitad, luego que
transcurrió una semana le volvió a rebajar la comida a la mitad de la anterior,
hasta que un día logró mantenerlo sin que comiera nada. Sin embargo, un día el
burro se murió. Muy molesto mi compadre le reclamó: Burro de mierda, ¡justo
cuando aprendió a vivir sin comer se vino a morir!
Es una lástima que no haya
logrado demostrar que se puede vivir sin comer. Ahora tengo la sospecha que era
un experimento que secretamente el gobierno de Chávez le había encargado a mi
compadre, pues tenemos unos cuantos años sufriendo de escasez de alimentos que
ahora con Maduro se ha acentuado.
Durante 15 años estos gobiernos
chavistas ha venido despotricando y maldiciendo contra los empresarios, y no es
que ahora yo me las quiera dar de empresario, o de un burgués aristocrático,
cuando por el contrario, no tengo donde caerme muerto, razón por la cual
todavía no me quiero morir.
De tanto criticar a los
empresarios, acusándolos de explotadores, corruptos, especuladores, pro-imperialistas
y sinvergüenzas, porque así lo demanda la revolución, se han cerrado muchas
empresas y otras producen por inercia a media marcha por falta de dólares para
importar los insumos requeridos. Algunas empresas expropiadas o intervenidas se
han llenado de gente, no producen o mal
funcionan por falta de gerencia, las industrias estatales del acero y del
aluminio están en el suelo, las inmensas centrales hidroeléctricas funcionan de
manera irregular, etc.
Así han ido destruyendo el tejido
industrial del país, sin darse cuenta que, por ejemplo, la falta de tinta
impide hacer las etiquetas de los productos finales, la falta de cartón no
permite el empaque, la falta de pegamentos, alambre, aluminio, papel,
repuestos… etc., etc.
Al tontón de Maduro le echan la
culpa de la crisis, pero esta situación es la consecuencia del modelo económico
que traemos de Chávez, absolutamente inviable, que ha podido mantenerse
mientras había suficiente dinero del petróleo para estar de parranda, pero ya
no alcanza para tanta fiesta ni para regalar a los chulos de Petrocaribe, ni
del Alba.
Como el gobierno chavista es
humanista, entonces para satisfacer la demanda de la población simplemente
fabrican más billetes, al que incluso llamaron bolívar fuerte, una burla de los
jerarcas del gobierno, ya que ahora el billete de mayor denominación es
equivalente apenas a 1 dólar de los que pueden conseguirse en Cúcuta. El
circulante monetario prácticamente se duplica en año y medio, actuando
naturalmente como la fuente de la inflación, los alimentos han subido 90% en
los últimos 12 meses, pero el gobierno dice que es debido a la especulación y
la guerra económica del imperialismo.
Es muy sencillo ganar las
simpatías de la población mientras se regala de todo a cuenta del chorro
petrolero, pero esto se acaba debido a la ineficiencia a todo nivel y la
voracidad de la corrupción, ya no hay tanto dinero ni se cumplen las promesas.
Entonces, ¿qué pasará con la revolución de los lambucios?
Mientras tanto se reparten en la
escuelas millones de libros y libras, como dijo Maduro, para enseñar la
historia a su manera y practicar el culto a personalidad del comandante eterno,
Hugo Chávez, el gigante. Claro que es el gigante, me refiero al gigante
desastre que hay en el país.
Lástima que mi compadre no
pudiera terminar con éxito su experimento para que entretanto pudiéramos vivir
como el burro, sin comer.
* * *
Octubre 08 de 2014
HISTORIA DE JOB
Por algún motivo derivado en
algún recóndito lugar del inconciente, o simplemente por ninguna razón, me he
recordado de mi época de infancia, de la época cuando en el verano llegaba la
carpa de los evangélicos con su mensaje de “las Buenas Nuevas”. No me acuerdo
si le decíamos las “huevas nuevas” o las “buenas huevas”. En todo caso, ellos se
instalaban en una sector del área inhabitada que llamábamos “el arenal”, área
vecina a la casa de la familia Wall, que separaba la zona del llano de la
llamada parte alta donde vivían aquellos que para no sentirse pobres vivían en
más altura.
Llegaban los evangélicos con sus pastores,
algunos eran gringos, y sus cánticos religiosos. Sin duda que lo más
entretenido eran las películas religiosas que pasaban para todo público, era
emocionante sentir el típico y monótono murmullo que emitía en medio de la
oscuridad el viejo equipo proyector. Por supuesto, era la época que no había
televisión e ir al cine era un
privilegio de los más acaudalados.
Allí aprendí a tenerle miedo a
Dios, no fueron las enseñanzas de los curas de la iglesia católica, que tampoco
lo hacen mal, sino las películas de los evangélicos. Las películas eran sobre
historias del Antiguo Testamento, y recuerdo una muy particular, me refiero a
la historia de Job, el pobre Job.
En realidad no recuerdo la
historia con precisión, sino vagamente, y se refiere a la vida de un hombre
sumamente rico para su época, un ganadero con miles de ovejas, miles de
camellos, muchos bueyes, asnos, gallinas, patos, perros, gatos, etc., y además,
con muchísimos criados, por no decir esclavos. De manera que estamos frente a
un personaje que pudiéramos llamar, en lenguaje moderno, un potentado oligarca
burgués. Por supuesto que tenía numerosos amigos y allegados, igualito que
ahora si tienes bastante dinero, con una familia compuesta por su mujer, que se
la llevaba metida en el salón de belleza, más 7 hijos y 3 hijas.
Ocurrió que un día de descanso,
un día sábado, pues recuérdese que así era originalmente hasta que la tradición
apostólica lo cambió por el domingo, todo estaba en el Cielo muy tranquilo,
pero también algo aburrido. Entonces Dios invitó a Satanás a una partida de
dominó, pero antes le advirtió: Viejo, no se te ocurra traer licor ni traigas
mujerzuelas que me hacen pasar vergüenza con mi gente.
El juego se desarrolló de manera
muy relajada y entre risas cada cual hacía sus jugadas, el Diablo trataba de hacer
trampas, pero Dios se las adivinaba y las atajaba rápidamente. Entonces de
repente Satanás recordó a ese tipo de nombre Job, que en una de sus correrías
terrenales había conocido en la tierra de Uz, y se le ocurrió retar a Dios
planteándole que el amor y lealtad que éste le tenía era debido a las enormes
riquezas que le daba, pero que realmente no era un amor verdadero.
- Ja, ja, ja... Tú si eres
pendejo, pobre Diablo – le contestó Dios indignado y herido en su amor propio –
Te apuesto 100 almas de mi reino contra las tuyas de que no serás capaz de
afectar la integridad de mi siervo dilecto Job. Haz lo que quieras, pero no lo
mates, y veremos si logras que me maldiga.
El Diablo se frotó las manos y
sonrió para su interior pensando que ganaría 100 almas, más la de Job. No está
nada de mal, se regocijó, a ese pajarito lo voy a hacer sufrir hasta que venga
a arrodillarse frente a mi tridente, le haré ver que es tan malo como yo, pues
su riqueza es resultado de la explotación que hace de sus criados, que se queda
con la plus valía de su trabajo y que atropella los derechos humanos.
Lo primero que hizo Satanás fue
provocarles la muerte a todos sus animales, les inoculo el mal de encefalopatía
espongiforme, conocido de manera coloquial como la enfermedad de las vacas
locas. También mató a sus criados y le hizo perder toda su fortuna, enseguida
se alejaron todos sus amigos obviamente. Después mató uno a uno a sus hijos y
le provocó una enfermedad que a Job le producía un intenso dolor de tripas que lo
mantenía prácticamente aferrado a la letrina.
Su esposa, actuando con el
instinto típico de las mujeres muy prácticas, en beneficio de Job naturalmente,
le aconsejó que mandara a Dios a la mierda, pero el bueno de Job le contestó en
escatológico hebreo que no hablara como una necia y siguió fiel a Dios
Entonces Dios henchido de orgullo
se sintió muy feliz, bendijo a Job y le dio el doble de riquezas, unos nuevos
hijos más hermosos, los anteriores eran medio brutitos. Aunque en la historia
no se sabe si estos hijos fueron con la misma esposa o Dios le dio otra más
bella, y quizás la procreación fue con la ayuda del Espíritu Santo, porque a
esta altura Job estaba ya bien avanzado de edad.
Así las cosas, ¿quién no le tiene
miedo a Dios? La pregunta sería: ¿Tú serías tan fiel como Job? ¿Harías lo mismo
que Job?
En todo caso, no me vengan con el
cuento del libre albedrío que nos permitiría elegir entre el camino del bien y
el mal, porque en este caso el mal y el sufrimiento no es responsabilidad del
pobre Job, sino es debido a la permisividad de mismo Dios que se dedica a jugar
en sus momentos de aburrimientos para entretenerse con el Diablo. Esto definitivamente
no es justo.
O Dios se deja de esos jueguitos
o se declara incapaz de eliminar el sufrimiento y el mal. Si el Papa Benedicto
XVI, su directo portavoz aquí en la tierra, fue capaz de renunciar, pues que El
también renuncie si no arregla esto de una vez por todas.
Descendientes de Abraham, cristianos,
judíos y musulmanes uníos, no permitáis la arbitrariedad, necesitamos una constituyente
celestial.
* *
*
Octubre 15 de 2014
EL SÚPER TITÁN
Por
fin se terminó la semana, los días han pasado con mucha lentitud y me parecían
cada vez más largos. Me siento cansado, pero estoy orgulloso de mis éxitos en
el trabajo, soy líder de los proyectos de innovación del Banco y les demostraré
a todos esos incompetentes cómo se hace progresar de verdad una institución
financiera, aunque lamento que sea sólo para seguir enriqueciendo al dueño, a
Miserotét, si bien no niego que le tengo mucha admiración.
Creo
que merezco un trago para celebrarlo, sólo un vaso de ron y nada más, pues
prometí que no volvería a beber alcohol, pero me tengo que demostrar que yo
tengo el control de la bebida. Claro que sí, yo controlo la bebida y jamás la bebida
me controlará a mí. Tengo mucho autocontrol, por ejemplo, una vez decidí dejar
de fumar y lo hice con mucha fuerza de voluntad, así he dejado de fumar muchas
veces. A mí nadie me domina.
Mi
papá me dice que soy alcohólico, lo dice para burlarse y hacerme sentir mal,
pero cuando se burla de mí se está burlando de sí mismo, pues soy su hijo. Él
no se acuerda que cuando yo era niño, después de la cena, siempre le servía un
vaso de whisky que él se bebía lentamente. Si fuese alcohólico, entonces sería
culpa de él, pero no, no lo soy, ya me lo dijo mi mentor ontológico y
transaccional, Lóquico me lo dijo en una sesión de couching, mi problema es de
ansiedad, de manera que no es mi culpa, la responsabilidad es de la ansiedad,
por esta razón yo me siento muy tranquilo. Definitivamente no soy alcohólico,
quizás borracho, pero alcohólico nunca jamás.
¡Vaya!,
cómo que se volatilizó el contenido del vaso, tendré que cambiarlo por otro más
grande para alcanzar a beberlo. Me decía que es la ansiedad la que me hace
beber y fumar, por supuesto, cómo no voy a tener ansiedad si nunca he visto a
mi papá satisfecho con las metas que alcanzo. Cuando niño gané en la escuela una
carrera en una bicicleta sin freno y nadie me felicitó y se olvidaron de darme
el premio, en el Tae Kwon Do me saqué la mierda en los combates cuerpo a cuerpo
y tampoco me felicitaron, saqué mi ingeniería con apenas 5 años de estudio y a
mi papá le pareció lo más natural del mundo, mas bien siempre me exige más.
Mi
psicoanalista siempre me dijo que todo era culpa de mi papá. Bueno, así son las
teorías de Freud. ¿Para qué otra cosa pueden servir los padres?, para tener la
culpa, por supuesto. Me obligaron muy pequeño a ir al kindergarten cuando quería
quedarme en casa con mi abuelita, me obligaban a limpiarme el culito cuando la
caca me daba mucho asco, en la playa me hicieron nadar a pesar de que me
ahogaba, muchas veces me dejaron sólo y mi papá ejercía una autoridad
inflexible sin escucharme nunca.
Dicen
que mi hermana me protegía, pero no estoy seguro, pues ella lo que quería era muñeco
para zarandear y ufanarse ante sus amiguitas. Me cuentan que una vez me mudó de
ropa y me lleno todo el cuerpo de polvo talco, tanto que parecía una momia, y
de milagro no me asfixié. Me sacaba a escondidas en coche para jugar con su
amiga de la casa vecina, pero a veces se olvidaba de mí y unos perros gigantes
se me acercaban para olerme y lamerme mientras yo lloraba lleno de pavor.
Sin
embargo, mi mamá sí me ha protegido de verdad, ella siempre estuvo trabajando de
docente en las diferentes escuelas donde estudié y yo sabía que estaba cerca en
caso de necesitarla. Lástima que no haya trabajado en la Universidad cuando allí
estudié, pero recuerdo que todos los fines de semana viajaba casi 400 Km. por
carretera para llevarme comida, cuidadosamente separada en porciones diarias.
Algún
día seré muy poderoso y tendré mucho dinero, entonces seré admirado y
envidiado. Ese día invitaré a mis padres a comer. No, mejor llevaré comida a su
casa, llevaré jamón, claro, no será jamón Jagubo, ni Serrano, porque son muy
caros, podría ser marca Oscar Mayer o Plumrose que son más barato, tal vez un
cuarto de kilo, o si me da un arrebato de derroche puede ser medio kilo. Claro
que seré poderoso y ese día tendré el mundo a mis pies.
¡Caramba!,
esta noche hace mucho calor, la botella de ron está en la mitad, seguramente se
está evaporando, pero no importa, yo tengo el control de mi bebida, jamás
dejaré que la bebida me enloquezca, porque soy muy inteligente. Todos los
Cañabuena somos muy inteligentes.
Ya
es tarde, podría acostarme, pero ya Anabel se durmió y si entro al dormitorio
podría molestarla. Le prometí que no me dejaría llevar por el alcohol, y es
verdad, yo soy el que llevo el control de esta botella de ron y cuando quiera la
puedo escupir, y si quiero puedo también abrazar a la botella, así la abrazo y
la acaricio. Yo tengo el control.
¿Qué
estaba pensando? Este… se me olvidó, pero no importa. ¡Ah, sí!, seré poderoso y
mis hijos preservarán el apellido, somos Cañabuena y me siento orgullosos de
este apellido, soy el único que puede preservar el apellido para las futuras
generaciones. Serán los más brillantes Cañabuena y los voy a criar bien, nunca
les faltará nada.
¡Qué
extraño este ron! Se me ha ido como agua entre los dedos, se ha desaparecido de
nada. Estoy haciendo el mismo milagro de Jesús, pero al revés, él convirtió el
agua en vino para compartirlo con su gente, en cambio, a mí se me desaparece,
pero lo poco que queda lo beberé para la gloria de Dios. ¿Cómo va a ser malo
beber si a Jesús le encantaba el vino? Estas son cosas que mi papá nunca
entenderá.
¿Qué
raro? ¿Por qué entra una claridad por la ventana? Parece que la noche se está
volviendo clara. ¿O será que el sol se equivocó
y amanece más temprano? No hay duda que con el ron las cosas se aclaran
y lucen mejor, aunque con el sueño que tengo la visión se me nubla y pierdo
completamente el equilibrio. Que raro, parece que me estoy meando.
-
Anabel, mi cielo… ¿Qué… qué haces levantada… levantada a medianoche y… y con
esa cara… esa cara tan fea?
-
Dionisio Cañabuena, ¿cómo se te ocurre beber hasta las 6 de la mañana?
-
Mi amor, tranquila… tranquilo el perro… no pasa nada… yo sólo… sólo estoy
haciendo un ejercicio… un ejercicio de control mental.
* *
*
Octubre 17 de 2014.
RECUERDOS
Tengo una prima… bueno, en
realidad tengo muchas primas, pero me refiero a una en particular que me
recordó mi época de hipnotizador. En verdad no es exactamente lo que se llama
una prima hermana, sino que ella es hija de una prima propiamente tal, es
decir, sería algo así como una sobrina-prima o, mirado de otro punto de vista,
habría que considerar que ella es nieta de una tía, o sea, sería más bien una
especie de nieta-prima. Caramba, esto de los parentesco es muy complicado, el
asunto es que ella es mi familiar por la línea de los Araya.
Ella me recordó cuando me dediqué
a experimentar con la hipnosis. Fue la época de mi adolescencia cuando hacía
poco tiempo que había fallecido mi padre, entonces en la familia buscamos
cobijo en la religión católica. Precisamente lo hicimos en el momento en que
llegó a la región un movimiento de misiones cristianas con curitas renovadores
que salieron de las telarañas de las iglesias para acercarse directamente al
pueblo.
Todas las viejas beatas del
sector donde vivía, mujeres piadosas y otras no tanto, junto con unos pocos
varones se reunían periódicamente en diferentes casas familiares para practicar
la religión, ya sea para estudiar la biblia, hacer misas cantadas, actividades
comunitarias, etc. En esas reuniones se compartía el té, galletas y tortas que
con mucho esmero hacían las dueñas de casa. Los curitas jóvenes se dejaban
querer y suspiraban para adentro para contener sus impulsos naturales
freudianos.
Entonces los jóvenes de ese grupo
decidimos crear un Centro Juvenil asistido por el padre Rossi, un singular
curita jesuita, de origen italiano, profesor de filosofía del Seminario
Conciliar que me inspiró la curiosidad para investigar otros senderos del
pensamiento.
Los del Centro nos reuníamos en
un salón del Colegio Santa Marta, ubicado en un paraje solitario que se llegaba
después de cruzar un área sin iluminación, lo que antes se llamaba el arenal.
En la noche sólo estaba la luz de la luna y las estrellas, y algunas parejas
que por alguna misteriosa razón buscaban la oscuridad. Allí, en el salón
prestado, hicimos una biblioteca con la colaboración de los vecinos.
En esa misma época llegó a la
región un hipnotizador profesional que presentaba exhibiciones para mostrar su
dominio espectacular sobre voluntarios del público que se dejaban hipnotizar.
Era admirable la facilidad con que lograba sus propósitos, además, se rodeo de
un grupo de muchachos aprendices que lo ayudaban en su función y ponían cara de
encantadores de serpiente, con una mirada fiera para supuestamente penetrar en
la conciencia del público.
Por supuesto que yo quedé muy
impresionado y me hice el propósito de alcanzar tales superpoderes de
hipnotizador. Me compré un libro sobre hipnosis y listo, manos a la obra.
Practiqué un poco con la voz y me grabé varias expresiones sugestivas para
hacer dormir a mis conejillos de India.
Un día, después de una reunión del
Centro Juvenil en la noche, nos fuimos al arenal y en medio de la penumbra de
la noche les explique a los muchachos y las muchachas sobre mis poderes
mentales. Se ofrecieron varios voluntarios para experimentar y comencé mi
sesión de hipnosis, era mi primera vez. Un, dos, tres… están profundamente
dormidos, eran las palabras mágicas, entonces note que habían algunos
supuestamente dormidos y recordé la
prueba de golpear suavemente entre las cejas para ver algún gesto de pestañeo
en caso de no estar dormidos de verdad. Había uno que efectivamente estaba
dormido, luego lo hice despertar con delicadeza.
Este experimento lo repetí muchas
veces y cada vez era más fácil hacer dormir a mi amigo voluntario y trasmitirle
diversas sugestiones, por ejemplo, quemarlo con un cigarrillo y que no sintiese
dolor. Naturalmente que la noticia se filtró y se difundió rápidamente en la
tribu la idea de que realizábamos prácticas diabólicas. Alarmada mi mamá me
pidió explicaciones y le dije que no era nada malo, que podía hacer una sesión
en casa para que viera que no había nada extraño.
De hecho, no reunimos un grupo en
casa junto con mi familia y yo ceremoniosamente puse actitud de hipnotizador,
con los brazos arqueados y los dedos de la mano tensos apuntando hacia delante.
Como no estaba mi amigo a quien siempre hipnotizaba fácilmente tenía esta vez a
otro muchacho que por primera vez se ofreció como voluntario.
Después de muchos intentos
finalmente logré hacerlo dormir, pero inmediatamente comenzó a temblar y la
respiración cada vez era más agitada. Me asusté y traté de despertarlo. Tranquilo…
tranquilo… a la cuenta de tres despierta… uno, dos y tres. Pero esta vez las
palabras mágicas no resultaron. Entonces lo zarandee, le di bofetadas... y
nada. A la media hora despertó sólo, todo desorientado y con cara de asustado.
Nos explicó luego que él era enfermo del corazón.
Esa fue la última vez que hipnoticé
a alguien… nunca más volví a ser hipnotizador y abandoné mis ilusiones de
adquirir superpoderes para dominar el mundo. Antes que pretender dominar la
conciencia de otros es más importante conocer la propia. Después, por la influencia
del padre Rossi, descubrí el existencialismo de Jean Paul Sartre y me
identifique con el protagonista de la novela “La Nausea”, Antoine Roquentin, un
hombre reflexivo y solitario que siente intensamente el vacío y lo absurdo de
la vida… pero esto es otra historia.
Hace poco estuve allí de
vacaciones, junto con mi familia. Un día me crucé a la salida de la vieja casa
con una persona que me saludó amistosamente y me preguntó si me acordaba de mis
sesiones de hipnotismo en el Centro Católico. Lo miré con curiosidad e hice un
esfuerzo por recordarlo, pero no me fue posible, era sencillamente una cara
extraña. El tipo me miró decepcionado, hizo un gesto de desencanto y
simplemente se fue, a pesar de mi intento para retenerlo. Es triste, estoy
perdiendo la memoria y son pedazos de mi vida que se van quedando en el camino.
* *
*
Octubre 20 de 2014.
EXISTENCIALISMO
No me cabe duda que soy una
persona que vivo adelantado a mi época. Debí nacer en un futuro donde la
humanidad será atendida por robots que harán todo el trabajo para cubrir
nuestras necesidades primarias y las personas se dedicarán al ocio, no al ocio
en el sentido de vagabundería, sino me refiero en relación a actividades
opuestas al negocio (no-ocio, el sucio trabajo a que nos obliga el pecado
original). Dedicarse al ocio lo digo en el sentido de consagrarse a elevar el
espíritu, esto es, vivir de regreso en el Paraíso bíblico.
Precisamente a eso me dedico, a
cultivar mi espíritu, pero como todavía no hay robots que me mantengan, mientras
tanto lo hace Inés que hasta ahora lo hace nada mal, si bien de vez en cuando
se descarrila un poco. El trabajo casi siempre lo disfruté a lo largo de mi
vida, especialmente disfruté el sentimiento de logro, el dinero era una consecuencia
y no una meta en sí misma, pero cuando el trabajo no tiene propósitos precisos
pierde todo atractivo y se vuelve una pesada y fastidiosa obligación, no tiene
sentido. En cualquier caso, es más sabroso dedicarse a la vida libre… hasta
donde se pueda.
Siempre he intentado buscar el sentido
de las cosas y, una de las interrogantes cruciales para mí, cuando muy joven me
pregunté sobre el sentido de la vida, tema muy complicado y nada fácil de
responder, pero vivimos y no podemos evadir la pregunta. Es un asunto de fe, me
comentaron algunos, entonces me arrodillé, abrí los brazos y esperé largo rato
la revelación divina que resolviera mis preguntas, tenía la mejor voluntad de
creer el mensaje que me diera luz, pero nada me llegó ni nadie me respondió,
supongo que el Espíritu Santo estaba ocupado en otras cosas más importantes que
atender a un desventurado muchacho.
Lo curioso de este asunto es que
fue un curita filósofo, de la congregación jesuita, quien me estimuló a
descubrir diferentes corrientes del pensamiento moderno. Descubrí el
existencialismo y, más tarde, el marxismo. Me encontré con Kierkegaard, Dostoievski,
Heidegger, Sartre, Camus, después con Freud, Marx, Engels, etc., viejos amigos
de mis aventuras de asiduo lector.
En mis tiempos juveniles leí la
novela “La Náusea”, de Jean Paul Sartre, que causó un enorme impacto en mi alma
sensible y desorientada. Quizás ahora ya no sea tan sensible, pero sigo tan
desorientado como antes. El personaje principal de la novela iba reflexionado a
lo largo de la trama y descubría lo absurdo de la vida, la existencia sin
sentido, hasta el punto de provocarle náusea la angustia existencial.
La novela desnuda la vida corriente
de las personas que siguen una rutina, desarrollan los quehaceres con monotonía
y evitan sentir intensamente la propia existencia. Eclipsan su propia
existencia con las apariencias de éxitos y superioridad social. La vida la
llevan según esquemas predeterminados que obedecen a los valores que impone la
sociedad, la capitalista y la socialista.
En definitiva, la novela muestra el
lado lúgubre e insípido de la vida, pero
es una extraordinaria novela con un interesante relato que trasmite el
pensamiento filosófico sartreano. Tuvo una influencia determinante en mí. Naturalmente
que comencé a sentirme existencialista, me vestía como existencialista, mi
corte de pelo era de existencialista, caminaba como existencialista y, sobre
todo, era pobre como existencialista.
En aquella época ingresé a la
Universidad Técnica de La Serena como existencialista, apenas tenía 16 años
cuando empecé a estudiar ingeniería, y lo hice después de lograr el mejor
puntaje académico en las pruebas de ingreso para aquella Universidad. Apenas lo
noté, no era parte de mis preocupaciones, por lo demás, yo era el tontito de la
familia.
Quise conocer más de esta
filosofía y me conseguí el voluminoso libro “El ser y la nada”, ensayo de
ontología fenomenológica, obra fundamental de Sartre. Fue una lectura heroica,
lo leí cuidadosamente, pero fue muy poco lo que logré entender, pues es un libro
muy técnico escrito para filósofos. En realidad no entendí nada, quizás por eso
muchos años después en la playa le gritaba a mi hijo: nada, nada…
En todo caso, algo se me grabó,
el hombre es libre, además, la existencia precede a la esencia, como dice
Sartre. Vaya, esto es más sencillo de entender. El individuo nace como
resultado de un acto ajeno a su voluntad, existe, pero después llega a ser como
él mismo se concibe, alcanza su esencia, así entonces no es otra cosa que lo
que él mismo se hace.
De manera que ahora ya me
entiendo, he llegado a ser como soy, porque soy como soy. Está clarísimo
¿verdad?
* *
*
Octubre 24 de 2014.
A PROPÓSITO DEL CRISTIANISMO
Un día mi compadre agarró a
patadas a un tipo, lo destrozó y casi lo mata. Alcancé a detenerlo y le
pregunté qué pasaba. Me contestó que el tipo era judío, de aquellos que habían
matado a Jesucristo. ¡Pero, compadre!, eso ocurrió hace 2.000 años. Sí, pero es
que yo me acabo de enterar, me respondió.
Este viejo chiste muestra el odio
ancestral contra los judíos, quienes han sido satanizados y perseguido a lo
largo de la historia. La persecución de los nazis contra los judíos no es más
que otro caso, quizás el más dramático, en la larga persecución histórica que
han sufrido. Se les ha considerado una raza maldita formada por pérfidos
individuos con fama de avaros y sedientos de poder.
Algunos dicen que son tan
usureros que Moisés y el pueblo judío que lo seguía estuvieron vagando en el
desierto durante 40 años al parecer porque a uno de ellos se le había perdido
una moneda. Esos mismos dicen que Jesús era judío, pues se conoce que trabajó
en el negocio de su padre, vivió en su casa hasta los 33 años y estaba seguro
que su madre era virgen.
En realidad, creo que los
intereses de la religión han llevado a modificar la historia y cambiar los
hechos para ajustarlo a los afanes proselitistas. Es lo que ha ocurrido con las
religiones cristianas, como la católica romana, la ortodoxa, las evangélicas,
las protestantes, etc., pues ven a Jesús como el fundador de una nueva religión
que la separó de los judíos, olvidando que él nunca jamás dijo que ese era su
cometido, pues era judío y predicaba la necesidad de respetar estrictamente la
ley mosaica.
De hecho, Dios hizo una alianza
con el pueblo hebreo, primero con Abraham y luego ratificada con Moisés, porque
ese pueblo era el elegido, con todo el sentido de privilegio que supuestamente esto
tuvo. Ellos lucharon permanentemente contra otros pueblos vecinos (gentiles),
con el amparo y protección de Dios, para conquistar su espacio en la tierra
prometida a fuerza de espadas y cadenas.
Dios y los judíos eran uña y
carne, los demás estaban excluidos de aquella alianza. Sin embargo, fue Pablo
quien cambió las cosas, me refiero a Saulo de Tarso, un judío advenedizo epiléptico
paranoide y depresivo que, después de ser un violento perseguidor de los
adeptos de Jesús, se transformó en un fanático cristiano tiempo después de la
crucifixión del Mesías. Supuestamente tenía episodios místicos donde recibía revelaciones
directas de Dios y se consideraba representante exclusivo de Jesús. Este sujeto
se consideraba el apóstol trece, aunque nunca perteneció al círculo de
discípulos de Jesús, y pretendía imponerse sobre los verdaderos.
La originalidad de Pablo fue
interpretar la ley de Moisés de una manera más flexible para dar cabida a los
gentiles (no judíos), lo cual permitió ampliar y configurar el nuevo movimiento
religioso con un Dios amoroso y bondadoso, sin aquella rigidez del Dios
violento y severo del Antiguo Testamento, aunque parece que era el mismo, pero
con un carácter diferente, sin el mal genio anterior.
En todo caso, en aquel tiempo no
existía el cristianismo propiamente tal, sino muchas sectas que podemos llamar
judeo-cristianas, algunas anexas a las sinagogas, con diferentes tendencias e
interpretaciones de lo que había sido la vida y el mensaje del judío Jesucristo.
Estas sectas estaban diseminadas por el Imperio Romano, el Oriente Próximo y
Egipto, con muy poca armonía entre ellas, cada cual con diferentes ritos y
libros sagrados.
La unificación la impuso el
emperador romano Constantino mucho más tarde, a partir del Concilio de Nicea
(325), que fue convocado por él mismo. Allí el emperador impuso sus
preferencias, puesto que él fue quien puso el billete, la comida y la música.
Sea como sea la historia y
cualquiera sea la interpretación que se quiera dar, me parece importante
destacar el mensaje de amor y humildad que dejó Jesucristo, vigente hasta
nuestros días y, ahora más que nunca, un requisito urgente para la
sobrevivencia de la humanidad. Para acoger este mensaje no necesariamente se
requiere ser religioso, sino basta usar la razón.
En relación a los judíos, no
tiene sentido el desprecio a ellos, menos por parte de los cristianos que han
querido culparlos de la crucifixión de Cristo, para disculpar a los romanos del
benefactor imperio de Constantino, ni son una mafia internacional que quiere
dominar el mundo como señalan los falsos protocolos de Sión. Por el contrario,
los cristianos no son más que gentiles que se arrimaron a los judíos.
Todo esto no quita que los judíos
sean tacaños, a tal punto que se cuenta que ocurrió el siguiente diálogo en el
Monte de Sinaí entre Dios y Moisés:
- ¿Ustedes quieren un
mandamiento?
- ¿Cuánto costaría?
- Es gratis.
- ¡Entonces mándanos diez!
¡Ay!, Inés me está llamando, no
sé si me pregunta si estoy comiendo el pescado, o dice que estoy cometiendo
pecado. En todo caso, este domingo voy a misa a la iglesia y me confieso con el
padre Karadima.
* *
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Octubre 24 de 2014.
LA LIBERTAD
–… y no te olvides de dejar toda
la cocina limpia después que hagas el almuerzo. Cuando llegue espero que esté
todo listo para almorzar – así, ya en la puerta de la casa, se despide
apresuradamente Inés cuando va saliendo para su trabajo.
Soy libre, pensé. Por supuesto,
puedo hacer lo que quiera… en la cocina, puedo hacer arroz con huevos fritos, o
puedo hacer arroz con papas fritas, o tal vez puedo hacer arroz con salchichas
fritas u otra fritura. En fin, soy libre de hacer como quiera el arroz, tengo
muchas opciones para elegir. Estamos condenados a ser libres, dijo Jean Paul
Sartre. Claro, ese tipo no era casado y sólo de vez en cuando se encontraba con
su pareja Simone de Baeuvoir. Estoy seguro que ese tal Sartre nunca hizo arroz.
¡Caramba!, esto de la libertad no
es cosa tan sencilla, pues siento que puedo hacer lo que quiera, pero cada
opción tiene sus consecuencias, algunas más conscientes que otras. Por ejemplo,
quisiera saltar por la ventana y ponerme a volar, sería el acto más sublime de
libertad, pero no hay duda que me sacaría la merde y volaría solamente en dirección vertical descendente. Hay
limitaciones biológicas, sociales y físicas que limitan la libertad, de
modo que ser libres no significa ser
omnipotentes, ni siquiera Dios lo es dado que no ha podido controlar a Lucifer
desde que se rebeló contra su jefatura.
En realidad sí, sí podría
lanzarme a volar, pero la consecuencia no sería nada saludable y nuestro
instinto de sobrevivencia evita todo aquello desagradable, a menos que sea para
alcanzar después un goce superior. Entonces el ejercicio de la libertad trae
aparejada las consecuencias, las cuales nos exigen que las asumamos, es decir,
que respondamos por ellas. Esta es la libertad responsable, caso contrario,
simplemente seríamos unos libertinos arbitrarios e inconscientes, como los animalitos
que actúan sólo por instinto.
Entonces ser libres es hacer lo
que se nos da la gana, pero con la debida conciencia de que debemos ser
responsables de las consecuencias de nuestras elecciones en el ejercicio de la
libertad. De modo que nuestra libertad estará limitada por los derechos del
otro, pues el otro también es un ser humano como nosotros y que merece respeto.
Así, entonces, de todo aquello
que se nos da la gana hacer debemos evitar lo que nos provoque sentido de
culpabilidad. Pero, cuidado, antes debemos eliminar de nuestra conciencia el
sentimiento de culpa por los asuntos que no nos corresponden, como es el caso
del pecado original.
¿Qué tenemos que ver nosotros con
el pecado de Adán? ¿Qué importa si fue desobediencia o una actitud lasciva de
Adán para cepillarse a Eva? ¿Acaso es importante saber que Eva se comió un
fruto que la Biblia no específica para nada si fue una manzana u otra cosa?
Precisamente, el sentido del
“Pelagianismo” que surgió en el siglo V es que negaba la existencia del pecado original,
falta que habría afectado sólo a Adán,
por tanto la humanidad nacía libre de culpa. La doctrina surge del nombre de
Pelayo, quien fue un monje versado en teología,
que escribía con gran fluidez tanto el latín como
el griego, y vivió entregado a prácticas de ascetismo.
En Roma misma gozó de reputación por su austeridad y San Agustín lo llama
“varón santo”.
Naturalmente que la Iglesia
Católica ha considerado esta doctrina como una herejía;
sin embargo, es interesante observar dentro de la iglesia católica este
importante intento de romper las cadenas del sentido de culpa por el pecado
original que significa, sin duda alguna, abrir las puertas de la libertad
interior para comerse la manzana sin ningún tipo de escrúpulos.
Precisamente el desarrollo de
nuestra conciencia va dirigido a ampliar nuestra capacidad de elección mediante
la mayor claridad de la percepción de nuestro entorno y de sí mismo, lo cual
amplía nuestro espacio de libertad. Por el contrario, menos conciencia reduce
nuestra libertad
¡Recórcholis! Se me está quemando
el arroz… debido a mis meditaciones perdí la conciencia de mi entorno.
* *
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Noviembre 04 de 2014.
RECORDANDO A LOT
En uno de estos días he quedado
sorprendido, incluso más, me sentí aturdido sin lograr que mis ideas pudieran
organizarse de una manera más o menos coherente, a pesar de que una primita en
tierras lejanas dice que yo soy ilustrado, supongo que lo dice en el sentido
etimológico de la palabra (“illustrare”
= iluminar). Sin embargo, esta vez no he podido dar luz al entendimiento de mi
nieto cuando le preguntó a Inés:
- Abuela, ¿cómo hicieron Adán y
Eva para tener descendencia? Yo entiendo que ellos tuvieron varios hijos, ¿pero
éstos cómo tuvieron sus propios hijos?
Observé cómo Inés puso cara de
pescado, me miró suplicando que la ayudara a responder, pero sólo nos sonreímos
en disimulada complicidad. Cariño, ve a jugar con tus amigos, es la expresión
más socorrida para evitar las confusiones que derivan de una inocente pregunta
que proviene de la sutil imposición de creencias religiosas a tan temprana edad
de un niño.
Me supongo que no es lógico
pensar que la descendencia viene de relaciones incestuosas de Adán con sus
hijas y de Eva con sus hijos, y de entre los hermanos mismos. Si así hubiese
ocurrido, entonces no sólo se habrían comido el fruto prohibido, sino que se
habrían dedicado a cosechar de manera reiterada y abundante de tal árbol
frutícola para tener unos acalorados bacanales que habrían durado muchos años,
habida cuenta que Adán murió a los 930 años.
No creo que haya sido así, no lo
podría explicar de esta forma, ya que genéticamente se hubiera degenerado la descendencia.
Más bien creo que Luci - me refiero a Lucifer - tenía una casa de lenocinio en
las cercanías del Jardín del Edén, con bellas y sensuales mujeres que se les
caía sin dificultad la hoja de parra, y al cual llegaban habitualmente Adán,
Caín, Abel y los otros hijos. Ellos procrearon a escondidas de Eva, hasta que
un día ésta los descubrió y por despecho se fue con la serpiente para comerse
el fruto prohibido. Entonces, todos fueron expulsados del Edén… culpa de Eva.
Esta historia, aunque tenebrosa,
parece más razonable y es explicable dada la naturaleza sicalíptica del Génesis
del Antiguo Testamento, al menos de algunos pasajes muy poco revelados en los
templos judíos, cristianos y musulmanes que estudian y divulgan la Biblia. Es
el caso de la historia de Lot, sobrino del patriarca Abraham.
Lot acompañó a su tío Abraham en
el viaje a Canaán, la tierra prometida, junto con sus respectivas familias. Lot
se instaló en las cercanías de Sodoma y Gomorra y Abraham se fue más al norte. Ocurrió
que un día Dios se enteró de las orgías que se llevaban a cabo en el pueblo, que
era un antro de completa perdición, y decidió destruirlo, pero previamente por
intercesión de Abraham actúo para salvar a Lot y su familia, entonces envió dos
ángeles con apariencia humana.
Lot recibió en su casa a los
ángeles, sin saber quienes eran, y les brindó hospedaje, pero entonces apareció
una multitud enardecida que intentaba violar a los visitantes, para calmarlos
Lot les ofreció a sus dos hijas vírgenes. Les dice: “Mirad, dos hijas tengo que no han conocido varón, os las sacaré para
que hagáis con ellas como bien os parezca, pero a esos hombres no les hagáis
nada, pues para eso se han acogido a la sombra de mi techo” (véase Gen. 19,
Sagrada Biblia, versión Nácar Colunga).
¡Vaya personaje tan atento con
sus huéspedes! ¡Y es un protegido de Dios!, quien mientras tanto mira para otro
lado como si nada ocurriese. No le pasó nada a Lot, pero a su esposa la
convirtió en estatua de sal sólo por echar una miradita hacia atrás, a Sodoma y
Gomorra que se consumía en las llamas de su destrucción. Es injusto, ¿verdad?
Además, las hijas de Lot eran unas
joyitas non sancta, pues un día que tenían cierto aburrimiento decidieron
emborrachar al viejo y se acostaron con él. Dice la Biblia que Lot ni siquiera
se enteró, vaya usted a creer. Ambas tuvieron sus hijos bastardos, de donde
provienen los Moabitas y los Amonitas, y Dios otra vez mirando
para otro lado como si nada. ¿Qué tal?
Se supone que la Biblia es fuente
de moral y ética, pero este caso parece un cuento de perversiones pornográficas.
¿Cuál es la enseñanza de este texto? Todo esto es demasiado grotesco,
definitivamente no lo entiendo. A mí me parece que quedamos mejor parados si
suponemos que descendemos de los monos, como decía Darwin, porque de éstos
loquitos es mejor estar bien lejos.
* *
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Noviembre 09 de 2014.
SEXISMO EN EL LENGUAJE
Ya llevamos 15 años de gobiernos
chavistas, desde que se inició este ciclo con Hugo Chávez y hoy continúa
Nicolás Maduro, un largo camino donde han ocurrido muchas cosas, muy buenas
para los simpatizantes y muy malas para los detractores, prácticamente no caben
los términos medios, pero en cualquier caso se ha desatado una incontinencia de
verborragia por parte de los líderes y prosélitos del gobierno que no tiene
parangón alguno.
No es cualquier verborrea, sino
una que usa un lenguaje supuestamente progresista, que utiliza expresiones de
una lengua que se opone a lo que llaman el lenguaje sexista, como si las
palabras tuviesen sexo y el idioma español fuese intrínsecamente machista.
Confunden sexo con género, para supuestamente hacer visible y dignificar a la
mujer que el capitalismo la ha mercantilizado, como si este cambio fuese tarea
del hablar, sin adoptar verdaderas actitudes y acciones concretas.
En este sentido, a la esposa del
Presidente ya no se le llama Primera Dama como convencionalmente se hacía, sino
que ahora se denomina Primera Combatiente, para enaltecer a la mujer en un
combate que nadie sabe cuál es y nadie se ha atrevido a preguntárselo a la
primerísima, porque ahora la susodicha ni siquiera habla.
En su entusiasmo retórico, en un discurso público ante las masas populares, Maduro se refirió a sus seguidores como “millones y millonas de Bolívar”, como si hubiesen chavistas bolivarianas y chavistos bolivarianos. Del mismo modo, se refieren al personal del ejército como los “soldados y soldadas” en un exagerado desdoblamiento de los términos, que además de ser un horrible estilo gramatical, es absolutamente incorrecto y va en contra de la más elemental economía de lenguaje.
Como aquí todo se resuelve con
una revolución que lucha contra adversarios reales e imaginarios que habría en
todas partes, el imperialismo, la burguesía, el fascismo, los empresarios, el
capitalismo, la oposición, los contra-revolucionarios, los anti-patriotas, los
guarimberos, los saboteadores, etc., entonces tenemos una revolución en la
economía, otra revolución en el conocimiento, en la ciencia, en la cultura, en
la tecnología, en las misiones socialistas, en la política del Estado, en la
organización territorial. Dentro de este maremágnum de revoluciones está por
supuesto la del lenguaje.
Como todo, se cambian las formas
sin importar mayormente qué pasa con el fondo de las cosas, por ejemplo, se ha
cambiado el nombre de casi todas las instituciones públicas, el gobierno es
popular porque ahora existen los Ministerios para el Poder Popular de las áreas
tradicionales de antes y muchas otras más, la población es feliz porque existe
el Vice-ministerio para la Suprema Felicidad Social, el pueblo está protegido
porque existe la Defensoría del Pueblo. Y así, todo se resuelve con nuevos
nombres… para ellos es asunto de lenguaje.
Si existiese un problema con las
nubes, entonces para los chavistas es muy simple, se crearía un ministerio del
poder popular de nubes, y ya está. Si no hay suficiente dinero para cubrir los
gastos de la nación, esto no es ninguna contrariedad para el gobierno, se
fabrican más billetes y listo. Pero si esta medida produce inflación, no
importa para los chavistas, se controlan los precios y se persigue a los
comerciantes. Entonces deja de haber producción nacional, pero claro que para
ellos esta situación no es problema, esto les da risa, pues sencillamente se
importa del extranjero todo lo que haga falta.
Sin embargo, no es tan sencillo
debido a que ahora no hay suficientes dólares, entonces el gobierno se defiende
explicando que hay montado por el imperialismo y sus lacayos nacionales una
guerra económica para ensombrecer los grandes triunfos de la revolución
bolivariana, el precio del petróleo baja por culpa del imperialismo que produce
más, no hay comida porque los contrabandistas se la llevan, hay más homicidios
porque vienen los sicarios de Colombia, los supermercados esconden los
alimentos, etc.
Han envilecido al pueblo dándoles
migajas, mientras ellos se enriquecen con el saqueo al erario nacional y hacen
espuma en la boca con su lenguaje revolucionario. Han dilapidado la riqueza
petrolera que debería haber sido un instrumento para el desarrollo del país,
pero han preferido verla como un botín de guerra que se reparte entre sus
favoritos y los jefes supremos se quedan con la mejor parte, como en los
tiempos de los piratas.
Se confunde intencionalmente lo
básico con lo accidental, se hace creer a la gente que modificando las
apariencias de las cosas se modifica la esencia de las mismas, curiosa
filosofía. Esto se parece al cuento del tipo que encontró a su esposa acostada
con el vecino en el sofá de la sala de su casa, entonces en un ataque de ira se
dijo: “venderé el sofá". Así resuelven los problemas
Predican la igualdad del hombre y
la mujer, pero la violencia contra la mujer sigue igual o peor, las
discriminadas oportunidades laborales de la mujer no ha cambiado en nada, la
maternidad infantil es horrorosa en el país, cada vez hay más madres que sufren
la pérdidas de sus hijos por la violencia, pero para el gobierno esto se
resuelve con un nuevo lenguaje… ¡vaya barbaridad!
Si digo: “compatriotas,
despierten”, seguramente un chavista entenderá que sólo me refiero a las
mujeres. Entonces diré como ellos: “compatriotas y compatriotos, despertad”,
para abarcar a la mayoría de la población y, de esta manera según ellos,
dirigirme a ambos sexos. El problema, en este orden de ideas, es que para
incluir también a los gay habría que inventar otro término, por ejemplo,
compatriotis.
Un saludo, compatriotas,
compatriotos y compatriotis.
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Noviembre 04 de 2014.
PANEM ET CIRCENSES
Ocurrió un día de festividades en
el Circo Romano, en la época cuando el Imperio tomaba represalias contra los
cristianos, quienes supuestamente habían incendiado a Roma. Estaba Nerón en la
gradas del anfiteatro, en su sitio de honor, tendido sobre alfombras rojas y un
racimo de uvas en su mano, rodeado de hermosas féminas solo cubiertas de
trasparentes sedas orientales, mientras contemplaba el espectáculo que
consistía en que algunos leones perseguían y se comían a varios cristianos que
corrían por la arena. De repente Neroncito, su hijo pequeño, se puso a llorar
desconsoladamente.
- Cuchi, cuchi, ¿qué le esta
pasando, mi niño?
- ¡Snif!… es que… ¡snif!... es
que esos leones grandes no le dejan nada de comer a los leoncitos pequeños.
Más o menos así estamos viviendo
la nueva sensibilidad de esta Venezuela, cambiada por la Revolución Bolivariana
del Socialismo del siglo XXI e inspirada en el pensamiento de Marx, Jesúcristo,
Bolívar, Maisanta y Chávez, el águila que no come moscas, algo así como una
ensalada con mango y huevos fritos. Aquí los leones son la Policía, la Guardia,
los Tribunales, el Congreso, los Ministerios, la Fiscalía, el Partido, etc. y
los cristianos son la burguesía, los empresarios, la disidencia, las
universidades autónomas, los colegios privados y todo lo que huela a oposición
al gobierno.
Los leoncitos pequeños estarían
representados por el pueblo, los trabajadores, los buhoneros, los motorizados,
los colectivos, los comuneros, etc. Ellos comen las piltrafas y los huesos que
dejan los leones grandes que con su apetito insaciable devoran el erario
nacional. Pero el pueblo envilecido con lo que agarran en el rebose del botín
de los grandes se sienten alegres, igual que los romanos de la época de los
emperadores, porque les dan pan y circo.
El pan se consigue en los
mercados populares - Mercal, Pdval, Bicentenarios - que después de hacer una
cola de 4 ó 5 horas se consigue una ración de harina, aceite, azúcar, arroz,
pasta y quizás carne, aunque en realidad no es propiamente carne, sino pellejos
de carne. Yo me pregunto si acaso las vacan que benefician sólo tienen pellejos,
¿y la carne de primera?, ¿y la carne de segunda?, ¿adónde se va el lomo, la
chocozuela, el pollo de res, la pulpa negra, el muchacho redondo, el muchacho
cuadrado, etc.?
El gobierno dice cínicamente que
ahora la población tiene sobrepeso porque come mucho más que antes,
pretendiendo ocultar que ahora la población se mal alimenta con exceso de
carbohidratos y grasas malas, saturadas, hidrogenadas y trans. La alimentación
se basa en arepas frita, arroz, fideos y ocasionalmente pellejos de carne que
son casi todo grasas, sin consumir verduras ni frutas cuyos precios se han
vuelto prohibitivos. Así quién no va a estar gordo, con la panza llena de
lombrices.
El circo se consigue en todas
partes, especialmente con los políticos que son los payasos del espectáculo
diario. El último discurso de ellos, con motivo del presupuesto para el año
2015, es que vamos muy bien y que estaremos mucho mejor el próximo año. Este
año tenemos una inflación de 70% anual, en los alimentos es más de 100%, la
economía ha decrecido y la escasez de alimentos es asfixiante, aunque según
ellos solamente hay unos problemillas causados por la guerra económica contra
el país. Además, para el año entrante tendremos un petróleo cuyo precio ha
bajado más de 30%, y sus ingresos representan el 96% de las exportaciones
nacionales, se vencen fuertes pagos de la deuda externa para el 2015, las
empresas del país cada vez producen menos, sin embargo, dicen que estaremos
mejor.
Pero tenemos circo, parafraseando
a los chavistas que dicen: tenemos patria. Sí, tan es así el circo y permanente
carnaval que tenemos que ha ocurrido esta semana que se han suspendido las
clases escolares, porque el Consejo Electoral realiza unas elecciones para el
partido de gobierno. Es lo más sorprendente y surrealista que ocurre, para
realizar unas elecciones internas de los dirigentes de base del partido
principal de gobierno se han tomado varias escuelas públicas y privadas para
que un organismo del Estado las realice.
Ni siquiera se trata de que
organicen el evento para un fin de semana y no interrumpan las clases. No, no
es así, sino que con los militares se toman las instituciones escolares por
toda la semana, con el aval del Ministerio de Educación. ¡Qué arbitrariedad tan
descarada! ¡Insólito!
Sin embargo, esto no es lo más
sorprendente. Lo que a mí más me parece extraordinario es que nadie ha
reclamado nada, y si alguien lo ha hecho no se ha escuchado en ninguna parte.
Definitivamente el pueblo se ha envilecido y se han perdido los valores que
permiten el progreso de una sociedad. Los maestros que se supone tienen el
compromiso hidalgo de educar en valores superiores, resulta que son los
primeros en celebrar unas vacaciones inesperadas. Y los estudiantes, que son el
futuro del país, se sienten libres de compromisos y responsabilidades.
Nos hemos vuelto una sociedad de
pan y circo, como decía el poeta romano Juvenal, panem et circenses, para
mostrar su desprecio por la decadencia de sus contemporáneos romanos que
olvidaban sus deberes cívicos. Así es nuestra desgracia en este gobierno de los
lambucios.
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