viernes, 30 de enero de 2015

Cuentos del Abuelo (Recopilación)


CUENTOS DEL ABUELO

Alex Villanueva A.
Caracas, 2014
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Enero 22 de 2014
GRACIAS A CHAVEZ

Gracias a Chávez me salvé después de mi intervención quirúrgica del año pasado. Gracias a él, pues cuando se me pasó el efecto de la anestesia me desperté conciente de que tenía un riñón menos, pensé que no podría moverme y que pronto me moriría, entonces vi en la TV que había cadena nacional y hablaba Chávez. Me tuve que levantar para apagar esa mierda, gracias a Chávez me levanté y recobré mis fuerzas.

Siempre las cosas tienen un lado positivo, no lo olvides.

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Mayo 15 de 2014.
¿QUIEN ENTIENDE A LAS MUJERES?

El otro día llegué a almorzar a casa y le pregunto a mi esposa:

- ¿Inés, de cuál sopa me sirvo? ¿De la que acabas de hacer o de la que está en el refrigerador?

- Saca de la que esta en la nevera - me contesta - esa es la que quedó del fin de semana.

- Sí, claro - contesto algo incómodo - como yo soy el perro de la casa me tengo que comer la comida añeja.

- ¡Cómo se te ocurre hacer ese comentario! - me contesta encendida de rabia - tú eres un malagradecido, siendo que yo siempre te atiendo de la mejor manera, Nunca más vuelvas a decir que eres el perro de la casa. Me deshago por atenderte, hago las sopas que te hacía tu mamá, te plancho las camisas mejor que tu mamá...bla, bla, bla...y muchos más bla, bla, bla...

¡Dios mío! Desperté la ira de un volcán que explotó con toda su fuego interior, que si hubiésemos estado en Pompeya no habría quedado vestigio alguno.

Después de una larga calma, propia después de la tempestad, pregunté tímidamente:

- El postre que está en la mesa, ¿de quién es?

- ¡Del perro de la casa! - retumbó del interior del apartamento,

¿Quién entiende a las mujeres?

                                                              *     *     *

Mayo 18 de 2014.
¡SALUD!

Hace unos días estábamos en familia celebrando el día de las madres, entonces mi hijo Andrés, con el cariño y la delicadeza que lo caracteriza, me dijo:

- Oye, won. ¿Quieres un palo?

Estamos en Venezuela, de modo que esta expresión puede ser malinterpretada en otro contexto, motivo por el cual paso a explicarla. Aquí se usa este dicho en relación a un vaso de licor, pues “”echarse un palo” significa beber alcohol, “un palito de ron” es un vaso de ron. Claro, es verdad que con el exceso al otro día se puede amanecer como si tú hubieses sido apaleado con brutalidad.

En cuanto al “won” es una nueva adquisición del lenguaje coloquial que años atrás aquí no se usaba. No es original de China, pero sí recuerdo que en Chile se usa con mucha frecuencia. De hecho, me explicaron en el sureño país que significa ‘’campeón” y es sorprendente la cantidad de campeones que hay allá, también muchas campeonas.

Es tan común esta expresión, aunque también me parece intrigante y misteriosa, pues recuerdo que una sobrina mía se fue de su casa porque dijo que su mamá era muy campeona. O sea, el sentido de orgullo por una campeona lo expresan yéndose de la casa. ¡Qué cosa tan extraña!

El caso es que nos tomamos un palito a la salud de Inés y de todas las madres del mundo. ¡Salud, y cáiganse a palos!

                                                              *     *     *


Mayo 18 de 2014.
GOLPISTAS

Tengo un amigo que le dicen “cabeza de vaca”, lo cual lo enfurece de manera endemoniada cuando se lo dicen. De lejos siempre le gritan “Hola, cabeza de vaca”, y él se encoleriza en extremo. 

Un día, para ser amable lo saludé cordialmente: “Hola, amigo”, entonces él me miró fijamente, pensó un rato y me contestó: “¿Amigo?, amigo es el ratón del queso y el queso lo hacen con leche de vaca… y la leche viene de la vaca, entonces, ¿tú estás tratando de decirme cabeza de vaca?”, terminó hablando todo crispado mientras resoplaba lleno de ira.

Este chiste me recuerda al gobierno cuando acusa a la oposición de planificar un golpe de Estado y un magnicidio contra Maduro. Supuestamente el gobierno interceptó un mail de la diputada María Corina Machado, que inventado o no, le dice a Diego Arria: "Hay que limpiar esta porquería, comenzando por la cabeza, aprovechando el clima mundial con Ucrania y ahora con Tailandia"

Para los servicios de inteligencia del gobierno está clarísimo, si le dice “porquería” es porque hay que asociarlo con los cerdos que comen porquerías y, por supuesto, como a cada cochino le llega su sábado se deduce que estos fascistas de la oposición están anunciando el magnicidio y el golpe de Estado. Inteligencia del más alto nivel.
¡Cosas veredes, Sancho!

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Junio 05 de 2014
DEBES TOMARLA CON LA SERVILLETA

Hoy he tenido un día especial. En efecto, este día ha trascurrido entre uno y otro examen médico de control, que indagan en las profundidades del organismo. 

Estuve en las instalaciones clínicas de Diagnoimágen y, entre otros, me hicieron un ecodoppler testicular que me ordenó el médico urólogo en una cita de control y que, cuando me examinó, me dijo ¡qué bolas!, lo que es una expresión muy venezolana y significa algo parecido a ¡qué fastidio!, pero que por error alguien podría confundir con las expresiones chilenas que la interpretaría como ¡qué grande las tienes!, es decir, eres un huevón, o un boludo como diría un argentino. Pero no, nada de eso, ni me doy por aludido, ni es lo que quiso decir el médico, sigo con mi autoestima muy por alto, simplemente se refería a un quiste resultado del desgaste propio del uso excesivo.

Mi sorpresa en el centro clínico fue que me atendió una doctora, sin embargo, con ella aprendí cosas nuevas, aprendí una nueva norma para mi repertorio de buenas costumbres y modales propias de caballeros bien educados. Una vez desnudo y tendido en la camilla, la bella doctora me pidió que me agarrara el priripicho con una servilleta y me la sujetara hacia arriba para facilitar su trabajo. Sorpresa, primera vez que me la agarro con una servilleta, ¡hay que agarrarla con servilleta! Pues, ahora, cada vez que voy al baño me la agarro con una servilleta y no tengo que gastar la escasa agua que tenemos en Caracas.

¡Cosas veredes, Sancho!

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Sept 18 de 2014.
LA COMUNICACIÓN MODERNA

Me registré en facebook para aprovechar las ventajas de la comunicación a través del espacio cibernético, ya que igual que twitter y muchas otras herramientas, es una potente herramienta de trasmisión instantánea de mensajes. Uno puede seguir a muchas personas y mucha gente lo puede seguir a uno, es una maravilla, se pueden enviar comentarios, fotos, videos y casi todo lo que se dé la gana, estamos conectados en una tremenda red. Claro, eso sí, nadie lee lo que escriben otros, ni le importa un carrizo que le sucede a los demás… así es la comunicación del mundo moderno, conseguir un espacio para hablar de lo mío y poco me importa lo tuyo.

Sin embargo regresé a escribir en Facebook, ¿y por qué?. Muy simple, descubrí que es un buena terapia para el estrés que provoca la agitada vida citadina, aunque la mía no es precisamente muy agitada, igual necesito terapias para la búsqueda de la esquiva felicidad, o al menos para una vida buena, como dice Fernando Savater.

Así pues, paso a contar algo de mi último acontecer. Estoy en chequeos de la próstata y acabo de recibir la buena noticia de los resultados satisfactorios de una biopsia que me realizaron. Claro, ahora la tengo aportillada, quiero decir perforada como un colador debido a la toma de 16 muestras, entonces, ahora cuando voy al baño el trasero me quedó como una ducha. 

En todo caso, el urólogo me ofreció cambiarme el piripicho, sí, el piripicho, el mismo que cuando el elefante vio a un hombre desnudo dijo: ¡… y ese animal cómo puede comer con esa trompita tan chiquita! Bueno, le contesté al médico que si me lo cambiaba por uno más grande yo no tenía ningún problema, a lo cual me contestó que debido a la tremenda escasez en Venezuela sólo quedaban modelos pequeños, pero hay buenas noticias, me dijo, tenemos de varios colores. Le consulté a Inés y, ella siempre tan complicada, quiere de color amarillo fluorescente, con pilas y control remoto… ¡vaya exigencia!

Nota: ¿Alguien llegó leyendo hasta aquí? ¡¡Sí eres curioso!! Sólo quería de ti una sonrisa.


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Sept 22 de 2014.
REFLEXIONES

Hoy me preguntaban qué había hecho durante el día. Respondí que me había dedicado a pensar, lo que me parece que es lo más natural del mundo, pues somos animales superiores que podemos volver la mirada hacia el interior y examinar nuestras percepciones. 

Claro, hay personas que consideran raro que alguien se dedique a pensar, les parece sinónimo de ocio, flojera, vagabundería, como perder el tiempo sin aprovecharlo para hacer algo útil, ¿útil para quién? Más bien muchas personas hacen todo lo posible para dejar de pensar, se circunscriben a hacer cosas que le impidan pensar, ponen el cerebro en piloto automático y listo: una vida feliz.

En cualquier caso estuve pensando en mi hijo, al que no quiero identificar para no afectar su sensibilidad. Mi hijo tiene unas ansias exageradas de poder, lo que David McClelland denomina “necesidad de poder” como elemento de motivación relevante: motivación de poder. Es la motivación para conseguir autoridad, capacidad para influir sobre los demás y sobre determinadas situaciones, alcanzar estatus social, prestigio, admiración, dominación y asociada con la ambición de tener mucho dinero.

No me parece que esto sea bueno o malo. Eso depende del para qué, ya que si es para ayudar a que los demás consigan la satisfacción de sus logros resulta esta motivación extraordinariamente generosa y moralmente muy buena, pero si es para aplastar a los demás como unas cucarachas y erigirse como supremo poder arbitrario que subyugue a otros no se ve nada bueno, por lo menos nada bueno para los demás.

Esto me recuerda grandes líderes en la historia que ejercieron en su momento una extraordinaria influencia. Tenemos el caso de Adolfo Hitler, que los accidentes de la historia lo llevaron a ejercer un tremendo poder y condujo a la humanidad a una conflagración mundial con más de 60 millones de muertos. Desató las acciones más bárbaras de la guerra, allí se puso al descubierto lo más infame de la condición humana. Se persiguió y asesinó a judíos, gitanos, maricas, tontos, locos, etc., y se invadió a otros territorios para lograr el espacio vital para una raza aria supuestamente superior. 

En la guerra los adversarios tampoco lo hicieron mal, me refiero a los aliados, pues bombardearon ciudades alemanas completas para hacer desaparecer a todos sus habitantes: mujeres, niños, ancianos, perros, gatos. ¿Y qué decir de Nagasaki e Hiroshima en Japón?, todavía quedan los efectos de la radiación diseminada sobre simples ciudadanos. La motivación de poder no se ve nada bueno en este caso donde un hombre manipuló para ser visto como un salvador de Alemania, el Gran Reich. 

Pero un caso diferente es el de Mahatma Gandhi, el líder pacifista de la independencia de India, que combatió con la fortaleza de su espíritu, la resistencia no violenta, la desobediencia civil, el amor por los demás. Nadie puede negar la importancia de su aporte histórico, pero quiero destacar al amor por los demás, particularmente por las jovencitas que dormían desnudas con él para probar su autocontrol como célibe: ¡Vaya proeza!

Según Gandhi, sus experimentos sexuales de dormir con diferentes muchachas desnudas le ayudaban a contemplar la unidad entre hinduistas y musulmanes en la India, y decía que él era como una madre para ellas. ¡Eureka!, yo quiero unir a toda la humanidad: ¡muchachas venid a mí para dormir juntos desnudos y probar mi pureza!, yo quiero ser como Gandhi.

Hijo mío, no está mal tu ambición de poder, lo importante es seguir los dictados de la conciencia y no hacer aquello de lo cual nos podamos arrepentir o nos cause sentido de culpabilidad después. Ahora, ¿qué es la conciencia? Déjame pensar, no es sencillo, esto lo dejamos para otra reflexión.

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Septiembre 24 de 2014.
LA VIDA ES BELLA

Andrés, si una persona bebe un vaso de coca cola quizás pueda volver a tomar otro y lo disfrute, pero tomar 10 ó 15 vasos no es motivo de disfrute para nadie. No es que quiera hacerle propaganda a este refresco, por el contrario, me parece que es un promotor de la diabetes, hipertensión arterial y el desarrollo de células cancerígenas, aparte de ser agente del imperialismo yanqui.

Hago esta referencia, Andrés, porque quiero destacarte que en algunas personas no ocurre lo mismo con la cerveza. Toman una cerveza y les da más sed de cerveza, mientras más beben es más el deseo de seguir ingiriéndola. ¿Tú lo has notado cuando bebes? Yo sí lo he notado, por supuesto que sí, vengo de un padre alcohólico que supongo marcó los genes con esta maldición.

No pretendo despotricar contra mi viejo, ya bastante él hizo para que yo existiera y pudiera hace años decidir libremente que dejaría de beber alcohol. Es asunto de fortaleza de voluntad más que de herencia. El tuvo su vida y yo tengo la mía, así de sencillo. La herencia se acepta y se administra, por ejemplo, yo soy feo por herencia, pero soy muy hermoso de espíritu porque así me desarrollé… bueno, casi, casi… tengo toda una vida intentándolo, pero me siento bien y satisfecho de mi vida.

El caso es que la cerveza activa neurotransmisores en el cerebro para ordenar al organismo que siga bebiendo, a pesar de que el hígado no da para más, el estómago se te revuelve, la mirada se te nubla, el entendimiento se eclipsa, pierdes el equilibrio y en medio de la intoxicación etílica el borracho se mea y se caga. Entonces pone una cara de estúpido y se ríe como un imbécil.

Por supuesto que la bebida alcohólica produce una suerte de euforia, adquieres una locuacidad sin barreras de inhibición, la conducta es impulsiva y te crees dueño del mundo: ¡el poder!, sientes que te la estas comiendo. Quizás lo disfrutas, ¿a qué precio?, ¿y qué pasa con los demás que te rodean?

Quizás la causa de la adicción sea genético, tal vez no, puede ser simplemente una adicción resultado del ambiente juvenil atrapado en la sociedad de consumo. Lo que sea, pero es evidente que la bebida es un mecanismo de evasión de la realidad, como cualquier otra droga, conduce al igual que la avestruz a esconder la cabeza para no ver su entorno, pero la porfiada realidad sigue estando allí, los problemas siguen estando allí y no atenderlos es agravarlos. Así se entra al círculo de la depresión y el alcoholismo, una alimenta la otra y traen consigo la desgracia.

El alcohol en el torrente sanguíneo inhibe la producción de glóbulos blancos y rojos. La disminución de glóbulos blancos baja las defensas del organismo y te expones a bacterias y virus. Por otra parte, menos glóbulos rojos provocan anemia y menos oxígeno para el cerebro que comienza a perder conexiones sinápticas: ¿quién ha visto un borracho inteligente?

Es muy grave que a los borrachos les disminuye la libido y decae flácido el poder sexual. Los espermatozoides hacen su tarea con flojera y descuido, mueven su colita con desgano y el óvulo los mira con desprecio. Si llegaran a fecundar el óvulo, entonces muchas veces los bebés nacen medios tarados, pues fíjate como soy yo.

Andrés, yo me estoy muriendo de a pedacitos, se me murió un riñón, se me murió la vesícula y un pedazo del vesículo, la próstata está en la mira, me duele el estómago, me faltan varios dientes, se me cae el pelo, tengo una uña encarnada y pare de contar. Entonces debo dejarte este mensaje antes de morir del todo, así sea que no me muera de manera definitiva, pero se me va a ir muriendo el cerebro y entonces me será difícil darte consejos.

Tú sabes que llevar una vida plena no necesita de mecanismos de evasión, el ejercicio responsable de la libertad permite elegir sendas de realización personal sin peligrosos brebajes para el cuerpo y el alma. Como diría Erich Fromm, la evasión sicológica no es más que el “miedo a la libertad”, en su libro del mismo nombre, que lleva a actitudes sadomasoquistas con los demás y consigo mismo.

Este mensaje es para ti y para que otros te lo recuerden siempre. No bebas alcohol ni coca cola, es preferible la vida, como dice la película de Benigni: La vita è bella.

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Septiembre 28 de 2014.
PENSANDO…

Un día me dije que debería dejar de trabajar para demostrarme que me querían sin necesidad de tener dinero. Entonces hace algunos años dejé de trabajar, sin que nadie ni nada me obligara, y efectivamente dejé de tener dinero… bueno, ahora estoy esperando para ver quién me quiere.

En realidad no me debo quejar, me siento muy afortunado porque me cuidan bastante. Ayer precisamente Inés me preguntaba:

– Alito, ¿por qué estás tan raro? Tienes los ojos extraños y te veo muy pálido – aunque realmente no sentía ningún malestar, pero por si acaso me toqué por todas partes e incluso me pellizqué fuerte las nalgas.

– No me pasa nada, sólo he estado pensando – contesté desconcertado.

– Yo sabía, yo sabía… – pues ella siempre sabe, no sé qué sabe, pero siempre dice así de modo rezongón; luego siguió en un tono maternal y casi susurró – Eso te hace mal, mi cara de cochinito, abrígate bien y tómate una agüita de tilo con limón, quédate en cama viendo alguna telenovela de Lupita Ferrer y no se te ocurra salir a la calle.

No lo puedo evitar, no puedo apagar el cerebro y dejar de pensar, aunque sería interesante si se pudiera disponer un tipo de switch del tipo on/off. En todo caso, ya la sociedad se encarga de suministrar diferentes tipos de adormecimientos a la capacidad de reflexionar, pues se nos hace sentir libres, que podemos elegir de manera independiente, no obstante encajamos dócilmente en el engranaje social y nos dedicamos a trabajar para otros como burros, con el perdón de los burros, para tratar de satisfacer necesidades ficticias que crea el mercado sobre otras necesidades verdaderamente importantes y que se postergan.

En este mundo sujeto al marketing la razón se malogra y se envilece la inteligencia, el mundo material domina sobre la posibilidad de lograr un desarrollo espiritual, cualquiera sea la esfera cultural de éste, ya sea artístico, filosófico, científico, religioso, etc. Nos estamos llenando de tontos y locos por todas partes, nos volvemos un “hombre unidimensional” como dice Herbert Marcuse en su famoso libro. Para una muestra un botón, véanme a mí mismo.

Es verdad, he estado pensando y mi cerebro se llena de preocupaciones que afectan mi tranquilidad. Quizás después de esta vida terrenal tengamos la paz y felicidad en el Cielo, aunque sinceramente, lo debo decir, me confunde esta idea, ya que un ambiente celestial sin el verde de los árboles, sin el discurrir de las aguas de ríos cristalinos, sin pajaritos, sin mariposas, me parece que ese lugar debe ser muy aburrido. Más aún, allí no habría apuro para lograr determinados objetivos, por ejemplo, estudiar para resolver algún tema científico, escalar para alcanzar la cima de una montaña, conquistar alguna angelita, etc., pues el tiempo es eterno, de modo que cualquier aspiración se dejaría para intentarla satisfacer más tarde. Entonces no habría motivación al logro.

Lo más terrible, al menos del punto de vista freudiano, es que se determinó, después muchos años de largas y  enjundiosas discusiones de los teólogos, que los ángeles no tienen sexo debido a que su reproducción es como la de los hongos, no requieren la intervención de una pareja. Es decir, la libido no existiría, de manera que es como decir que todos estarían medio muertos de todas partes, no tendrían el impulso vital.

Definitivamente me parece que el Cielo debe ser muy aburrido, pero me preocupa que no me vaya a pasar como a mi buen compadre cuando se murió. Se fue a visitar un fin de semana el Infierno y lo pasó muy divertido, había fiestas, muchos tragos de bebidas espirituosas, buena música, muchachas hermosas y muy simpáticas, comida abundante. Mi compadre que era muy recatado y serio, ni siquiera sabía bailar, pero allá se le soltaron los moños y bailó hip hop, salsa, merengue, reggaeton, break dance, samba, calipso. 

A mi pobre compadre se le ocurrió renunciar al Cielo para quedarse en el Infierno, entonces lo volvieron a recibir, pero esta vez lo torturaron y lo mandaron a las propias llamas del Octavo Circulo del Infierno que describe Dante Alighieri, allí donde van los fraudulentos. Por supuesto que él reclamó que la primera vez lo habían tratado estupendamente bien, pero le contestaron que una cosa era ir como turista y otra cosa era ser residente.

Por si acaso siempre ando vestido de turista, una camisa de flores, un pantalón hasta la rodilla, zapatillas deportivas, un sombrerito ala ancha, una máquina fotográfica colgada al cuello, anteojos oscuros… no se confundan, ¡estoy de turista!

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Octubre 02 de 2014.
RAZONES DE LA RAZÓN

Hoy realicé mi control de peso, bajé un kilo después de mi esfuerzo a lo largo de una semana con estricta dieta alimenticia y ejercicios aeróbicos. De hecho, me dedico a caminar durante una hora con los primeros rayos del sol de la mañana, temprano cuando salen las muchachas a ejercitarse en el área del parque. La verdad es que las persigo, pero no las alcanzo nunca, sin embargo mi médico dijo que era bueno que lo hiciera, aunque sinceramente no me contestó cuando le pregunté que podía hacer si alcanzaba a alguna de ellas.

En realidad siempre he estado convencido de que no me sobra peso, sino más bien me falta altura. De hecho, mi hermano Pepe me llamaba desde muchacho “el chato”. En todo caso, estoy contento porque bajé un kilo de peso, esto quiere decir que en un mes bajaré 4 kilos, o sea, en 85 semanas llegaré a cero kilogramos, ¡en año y medio! Deducción del más puro razonamiento lógico inferencial, yo siempre he sido bueno para las matemáticas.

Este tipo de razonamiento es el mismo que se utilizó con el descubrimiento astronómico de Edwin Hubble acerca de que las galaxias estaban alejándose unas de otras y consecuentemente se dedujo, al imaginarse el movimiento a la inversa, que habría existido un momento en el pasado en que todo estuvo reunido en un punto, lo que Stephen Hawking llama una singularidad. A partir de ese punto se inició el tiempo, el espacio, la materia y la energía hace 13.700 millones de años, ¡una minucia!, el denominado Big Bang.

La expansión del Universo produce la sensación de que somos el punto central a partir del cual todo se aleja, lo que no es verdad, pero visto así se enaltece nuestro ego para atribuirnos una importancia que no tenemos. Del mismo modo la historia humana está llena de astutas interpretaciones que ponen lo propio al centro de todo, como los hebreos que se sentían el pueblo elegido a pesar de que vivían en tierras miserables y desérticas, o como los europeos que hasta hace poco se creían el epicentro de la humanidad, o como los que pensaban que la Tierra era el centro del sistema planetario con las estrellas girando alrededor.

No es sencillo aceptar que apenas somos un experimento evolutivo entre muchos otros, quizás algo más exitoso que los dinosaurios, al menos más afortunados hasta ahora, y que vivimos en el planeta Tierra que es tan sólo una pequeña roca, con algo de agua, que se mueve alrededor del Sol, y estamos ubicados en los bordes marginales de la Vía Láctea, en el brazo de Orión, algo así como quien dice “en un barrio pobre de la ciudad”. En esa posición gira el Sol con sus acólitos alrededor del centro de la galaxia, apenas como una pequeña mota de polvo en un apéndice de la galaxia. Se mueve a una velocidad de 250 Km./seg., ¡qué vértigo!

Con frecuencia nos olvidamos, o no lo queremos recordar para mantener nuestra autoestima, que nuestro Sol no es más que una humilde estrella entre varios miles de millones que existen en nuestra galaxia y que inexorablemente se apagará cuando se agote su combustible nuclear. De modo similar, la Vía Láctea es una galaxia entre otras miles de millones de galaxias en el Universo y que, además, está en vías de colisión con nuestra vecina Andrómeda que, por cierto, se acerca a nosotros a una velocidad superior a 300 Km./seg.

Sí, efectivamente las galaxias chocan entre sí. Además, las estrellas nacen y siguen naciendo del polvo estelar y después mueren con una explosión de supernova o se quedan como difuntas enanas blancas, si es que no se las traga algún agujero negro, un ávido e insaciable monstruo que devora todo objeto cósmico en su cercanía y que ni siquiera permite que se escape la luz.

En un momento de lucidez, que cada vez son menos, me he dado cuenta de que a pesar de toda esta colosal inmensidad, nos creemos únicos y especiales. Míseros de nosotros, estamos llenos de una soberbia con la que pretendemos salvar nuestro pellejo, incluso ofreciendo la vida de un hijo, como lo hizo Abraham, quien acepto sacrificar la vida de su primogénito Isaac para demostrar obediencia y salvarse él. Abrih, le dijo Dios, ¿te lo creíste?, no ves que sólo estaba jugando…

¡Ah, no!, yo no juego así, yo me bajo de este autobús. Y permítanme, para terminar, una pregunta irreverente: ¿Todo este desorden cósmico lo creó Dios? ¡Y a mí me dicen ocioso y desordenado!

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Octubre 06 de 2014.
CUENTO DEL BURRO

Hoy amanecí contento, miré por la ventana hacia la piscina y vi un maravilloso día lleno de colores y un radiante sol que anuncia el nuevo día. Así son los días en este ambiente tropical. Me dije en mi interior qué afortunado soy, puedo disfrutar otro día, de inmediato me contesté a mí mismo que debería aprovechar el día en algo beneficioso, ¿pero beneficioso para quién? me objeté, y así estuve en un largo diálogo interior hasta que me fastidié y me regañé por mis cuestionamientos tan obtusos e interminables, pero de inmediato me contesté que es mi derecho a la libertad de pensamiento… y así me la he llevado durante toda la mañana, conversando y discutiendo conmigo mismo.

Cuando llegó mi hora de almorzar me acordé de mi dieta hipocalórica, un poquito de carbohidratos y proteínas sin grasas malas, vegetales con fibras, frutas y mucho agua, bebo mucho agua, de 2 a 3 litros diarios. Por supuesto, me ando meando a cada rato.

La dieta me recordó a mi compadre… sí, mi compadre, el que se fue al infierno. Él era una persona muy inteligente y siempre estaba haciendo experimentos. Una vez se le ocurrió experimentar con un burro y le disminuyó la comida a la mitad, luego que transcurrió una semana le volvió a rebajar la comida a la mitad de la anterior, hasta que un día logró mantenerlo sin que comiera nada. Sin embargo, un día el burro se murió. Muy molesto mi compadre le reclamó: Burro de mierda, ¡justo cuando aprendió a vivir sin comer se vino a morir!

Es una lástima que no haya logrado demostrar que se puede vivir sin comer. Ahora tengo la sospecha que era un experimento que secretamente el gobierno de Chávez le había encargado a mi compadre, pues tenemos unos cuantos años sufriendo de escasez de alimentos que ahora con Maduro se ha acentuado.

Durante 15 años estos gobiernos chavistas ha venido despotricando y maldiciendo contra los empresarios, y no es que ahora yo me las quiera dar de empresario, o de un burgués aristocrático, cuando por el contrario, no tengo donde caerme muerto, razón por la cual todavía no me quiero morir.

De tanto criticar a los empresarios, acusándolos de explotadores, corruptos, especuladores, pro-imperialistas y sinvergüenzas, porque así lo demanda la revolución, se han cerrado muchas empresas y otras producen por inercia a media marcha por falta de dólares para importar los insumos requeridos. Algunas empresas expropiadas o intervenidas se han llenado de gente,  no producen o mal funcionan por falta de gerencia, las industrias estatales del acero y del aluminio están en el suelo, las inmensas centrales hidroeléctricas funcionan de manera irregular, etc.

Así han ido destruyendo el tejido industrial del país, sin darse cuenta que, por ejemplo, la falta de tinta impide hacer las etiquetas de los productos finales, la falta de cartón no permite el empaque, la falta de pegamentos, alambre, aluminio, papel, repuestos… etc., etc.

Al tontón de Maduro le echan la culpa de la crisis, pero esta situación es la consecuencia del modelo económico que traemos de Chávez, absolutamente inviable, que ha podido mantenerse mientras había suficiente dinero del petróleo para estar de parranda, pero ya no alcanza para tanta fiesta ni para regalar a los chulos de Petrocaribe, ni del Alba.

Como el gobierno chavista es humanista, entonces para satisfacer la demanda de la población simplemente fabrican más billetes, al que incluso llamaron bolívar fuerte, una burla de los jerarcas del gobierno, ya que ahora el billete de mayor denominación es equivalente apenas a 1 dólar de los que pueden conseguirse en Cúcuta. El circulante monetario prácticamente se duplica en año y medio, actuando naturalmente como la fuente de la inflación, los alimentos han subido 90% en los últimos 12 meses, pero el gobierno dice que es debido a la especulación y la guerra económica del imperialismo.

Es muy sencillo ganar las simpatías de la población mientras se regala de todo a cuenta del chorro petrolero, pero esto se acaba debido a la ineficiencia a todo nivel y la voracidad de la corrupción, ya no hay tanto dinero ni se cumplen las promesas. Entonces, ¿qué pasará con la revolución de los lambucios?

Mientras tanto se reparten en la escuelas millones de libros y libras, como dijo Maduro, para enseñar la historia a su manera y practicar el culto a personalidad del comandante eterno, Hugo Chávez, el gigante. Claro que es el gigante, me refiero al gigante desastre que hay en el país.

Lástima que mi compadre no pudiera terminar con éxito su experimento para que entretanto pudiéramos vivir como el burro, sin comer.

                                                              *     *     *


Octubre 08 de 2014
HISTORIA DE JOB

Por algún motivo derivado en algún recóndito lugar del inconciente, o simplemente por ninguna razón, me he recordado de mi época de infancia, de la época cuando en el verano llegaba la carpa de los evangélicos con su mensaje de “las Buenas Nuevas”. No me acuerdo si le decíamos las “huevas nuevas” o las “buenas huevas”. En todo caso, ellos se instalaban en una sector del área inhabitada que llamábamos “el arenal”, área vecina a la casa de la familia Wall, que separaba la zona del llano de la llamada parte alta donde vivían aquellos que para no sentirse pobres vivían en más altura.

Llegaban los evangélicos con sus pastores, algunos eran gringos, y sus cánticos religiosos. Sin duda que lo más entretenido eran las películas religiosas que pasaban para todo público, era emocionante sentir el típico y monótono murmullo que emitía en medio de la oscuridad el viejo equipo proyector. Por supuesto, era la época que no había televisión  e ir al cine era un privilegio de los más acaudalados.

Allí aprendí a tenerle miedo a Dios, no fueron las enseñanzas de los curas de la iglesia católica, que tampoco lo hacen mal, sino las películas de los evangélicos. Las películas eran sobre historias del Antiguo Testamento, y recuerdo una muy particular, me refiero a la historia de Job, el pobre Job.

En realidad no recuerdo la historia con precisión, sino vagamente, y se refiere a la vida de un hombre sumamente rico para su época, un ganadero con miles de ovejas, miles de camellos, muchos bueyes, asnos, gallinas, patos, perros, gatos, etc., y además, con muchísimos criados, por no decir esclavos. De manera que estamos frente a un personaje que pudiéramos llamar, en lenguaje moderno, un potentado oligarca burgués. Por supuesto que tenía numerosos amigos y allegados, igualito que ahora si tienes bastante dinero, con una familia compuesta por su mujer, que se la llevaba  metida en el salón de belleza,  más 7 hijos y 3 hijas.

Ocurrió que un día de descanso, un día sábado, pues recuérdese que así era originalmente hasta que la tradición apostólica lo cambió por el domingo, todo estaba en el Cielo muy tranquilo, pero también algo aburrido. Entonces Dios invitó a Satanás a una partida de dominó, pero antes le advirtió: Viejo, no se te ocurra traer licor ni traigas mujerzuelas que me hacen pasar vergüenza con mi gente.

El juego se desarrolló de manera muy relajada y entre risas cada cual hacía sus jugadas, el Diablo trataba de hacer trampas, pero Dios se las adivinaba y las atajaba rápidamente. Entonces de repente Satanás recordó a ese tipo de nombre Job, que en una de sus correrías terrenales había conocido en la tierra de Uz, y se le ocurrió retar a Dios planteándole que el amor y lealtad que éste le tenía era debido a las enormes riquezas que le daba, pero que realmente no era un amor verdadero.

- Ja, ja, ja... Tú si eres pendejo, pobre Diablo – le contestó Dios indignado y herido en su amor propio – Te apuesto 100 almas de mi reino contra las tuyas de que no serás capaz de afectar la integridad de mi siervo dilecto Job. Haz lo que quieras, pero no lo mates, y veremos si logras que me maldiga.

El Diablo se frotó las manos y sonrió para su interior pensando que ganaría 100 almas, más la de Job. No está nada de mal, se regocijó, a ese pajarito lo voy a hacer sufrir hasta que venga a arrodillarse frente a mi tridente, le haré ver que es tan malo como yo, pues su riqueza es resultado de la explotación que hace de sus criados, que se queda con la plus valía de su trabajo y que atropella los derechos humanos.

Lo primero que hizo Satanás fue provocarles la muerte a todos sus animales, les inoculo el mal de encefalopatía espongiforme, conocido de manera coloquial como la enfermedad de las vacas locas. También mató a sus criados y le hizo perder toda su fortuna, enseguida se alejaron todos sus amigos obviamente. Después mató uno a uno a sus hijos y le provocó una enfermedad que a Job le producía un intenso dolor de tripas que lo mantenía prácticamente aferrado a la letrina.

Su esposa, actuando con el instinto típico de las mujeres muy prácticas, en beneficio de Job naturalmente, le aconsejó que mandara a Dios a la mierda, pero el bueno de Job le contestó en escatológico hebreo que no hablara como una necia y siguió fiel a Dios

Entonces Dios henchido de orgullo se sintió muy feliz, bendijo a Job y le dio el doble de riquezas, unos nuevos hijos más hermosos, los anteriores eran medio brutitos. Aunque en la historia no se sabe si estos hijos fueron con la misma esposa o Dios le dio otra más bella, y quizás la procreación fue con la ayuda del Espíritu Santo, porque a esta altura Job estaba ya bien avanzado de edad.

Así las cosas, ¿quién no le tiene miedo a Dios? La pregunta sería: ¿Tú serías tan fiel como Job? ¿Harías lo mismo que Job?

En todo caso, no me vengan con el cuento del libre albedrío que nos permitiría elegir entre el camino del bien y el mal, porque en este caso el mal y el sufrimiento no es responsabilidad del pobre Job, sino es debido a la permisividad de mismo Dios que se dedica a jugar en sus momentos de aburrimientos para entretenerse con el Diablo. Esto definitivamente no es justo.

O Dios se deja de esos jueguitos o se declara incapaz de eliminar el sufrimiento y el mal. Si el Papa Benedicto XVI, su directo portavoz aquí en la tierra, fue capaz de renunciar, pues que El también renuncie si no arregla esto de una vez por todas.

Descendientes de Abraham, cristianos, judíos y musulmanes uníos, no permitáis la arbitrariedad, necesitamos una constituyente celestial.

                                                              *     *     *


Octubre 15 de 2014
EL SÚPER TITÁN

Por fin se terminó la semana, los días han pasado con mucha lentitud y me parecían cada vez más largos. Me siento cansado, pero estoy orgulloso de mis éxitos en el trabajo, soy líder de los proyectos de innovación del Banco y les demostraré a todos esos incompetentes cómo se hace progresar de verdad una institución financiera, aunque lamento que sea sólo para seguir enriqueciendo al dueño, a Miserotét, si bien no niego que le tengo mucha admiración.

Creo que merezco un trago para celebrarlo, sólo un vaso de ron y nada más, pues prometí que no volvería a beber alcohol, pero me tengo que demostrar que yo tengo el control de la bebida. Claro que sí, yo controlo la bebida y jamás la bebida me controlará a mí. Tengo mucho autocontrol, por ejemplo, una vez decidí dejar de fumar y lo hice con mucha fuerza de voluntad, así he dejado de fumar muchas veces. A mí nadie me domina.

Mi papá me dice que soy alcohólico, lo dice para burlarse y hacerme sentir mal, pero cuando se burla de mí se está burlando de sí mismo, pues soy su hijo. Él no se acuerda que cuando yo era niño, después de la cena, siempre le servía un vaso de whisky que él se bebía lentamente. Si fuese alcohólico, entonces sería culpa de él, pero no, no lo soy, ya me lo dijo mi mentor ontológico y transaccional, Lóquico me lo dijo en una sesión de couching, mi problema es de ansiedad, de manera que no es mi culpa, la responsabilidad es de la ansiedad, por esta razón yo me siento muy tranquilo. Definitivamente no soy alcohólico, quizás borracho, pero alcohólico nunca jamás.

¡Vaya!, cómo que se volatilizó el contenido del vaso, tendré que cambiarlo por otro más grande para alcanzar a beberlo. Me decía que es la ansiedad la que me hace beber y fumar, por supuesto, cómo no voy a tener ansiedad si nunca he visto a mi papá satisfecho con las metas que alcanzo. Cuando niño gané en la escuela una carrera en una bicicleta sin freno y nadie me felicitó y se olvidaron de darme el premio, en el Tae Kwon Do me saqué la mierda en los combates cuerpo a cuerpo y tampoco me felicitaron, saqué mi ingeniería con apenas 5 años de estudio y a mi papá le pareció lo más natural del mundo, mas bien siempre me exige más.

Mi psicoanalista siempre me dijo que todo era culpa de mi papá. Bueno, así son las teorías de Freud. ¿Para qué otra cosa pueden servir los padres?, para tener la culpa, por supuesto. Me obligaron muy pequeño a ir al kindergarten cuando quería quedarme en casa con mi abuelita, me obligaban a limpiarme el culito cuando la caca me daba mucho asco, en la playa me hicieron nadar a pesar de que me ahogaba, muchas veces me dejaron sólo y mi papá ejercía una autoridad inflexible sin escucharme nunca.

Dicen que mi hermana me protegía, pero no estoy seguro, pues ella lo que quería era muñeco para zarandear y ufanarse ante sus amiguitas. Me cuentan que una vez me mudó de ropa y me lleno todo el cuerpo de polvo talco, tanto que parecía una momia, y de milagro no me asfixié. Me sacaba a escondidas en coche para jugar con su amiga de la casa vecina, pero a veces se olvidaba de mí y unos perros gigantes se me acercaban para olerme y lamerme mientras yo lloraba lleno de pavor.

Sin embargo, mi mamá sí me ha protegido de verdad, ella siempre estuvo trabajando de docente en las diferentes escuelas donde estudié y yo sabía que estaba cerca en caso de necesitarla. Lástima que no haya trabajado en la Universidad cuando allí estudié, pero recuerdo que todos los fines de semana viajaba casi 400 Km. por carretera para llevarme comida, cuidadosamente separada en porciones diarias.

Algún día seré muy poderoso y tendré mucho dinero, entonces seré admirado y envidiado. Ese día invitaré a mis padres a comer. No, mejor llevaré comida a su casa, llevaré jamón, claro, no será jamón Jagubo, ni Serrano, porque son muy caros, podría ser marca Oscar Mayer o Plumrose que son más barato, tal vez un cuarto de kilo, o si me da un arrebato de derroche puede ser medio kilo. Claro que seré poderoso y ese día tendré el mundo a mis pies.

¡Caramba!, esta noche hace mucho calor, la botella de ron está en la mitad, seguramente se está evaporando, pero no importa, yo tengo el control de mi bebida, jamás dejaré que la bebida me enloquezca, porque soy muy inteligente. Todos los Cañabuena somos muy inteligentes.

Ya es tarde, podría acostarme, pero ya Anabel se durmió y si entro al dormitorio podría molestarla. Le prometí que no me dejaría llevar por el alcohol, y es verdad, yo soy el que llevo el control de esta botella de ron y cuando quiera la puedo escupir, y si quiero puedo también abrazar a la botella, así la abrazo y la acaricio. Yo tengo el control.

¿Qué estaba pensando? Este… se me olvidó, pero no importa. ¡Ah, sí!, seré poderoso y mis hijos preservarán el apellido, somos Cañabuena y me siento orgullosos de este apellido, soy el único que puede preservar el apellido para las futuras generaciones. Serán los más brillantes Cañabuena y los voy a criar bien, nunca les faltará nada.

¡Qué extraño este ron! Se me ha ido como agua entre los dedos, se ha desaparecido de nada. Estoy haciendo el mismo milagro de Jesús, pero al revés, él convirtió el agua en vino para compartirlo con su gente, en cambio, a mí se me desaparece, pero lo poco que queda lo beberé para la gloria de Dios. ¿Cómo va a ser malo beber si a Jesús le encantaba el vino? Estas son cosas que mi papá nunca entenderá.

¿Qué raro? ¿Por qué entra una claridad por la ventana? Parece que la noche se está volviendo clara. ¿O será que el sol se equivocó  y amanece más temprano? No hay duda que con el ron las cosas se aclaran y lucen mejor, aunque con el sueño que tengo la visión se me nubla y pierdo completamente el equilibrio. Que raro, parece que me estoy meando.

- Anabel, mi cielo… ¿Qué… qué haces levantada… levantada a medianoche y… y con esa cara… esa cara tan fea?
- Dionisio Cañabuena, ¿cómo se te ocurre beber hasta las 6 de la mañana?
- Mi amor, tranquila… tranquilo el perro… no pasa nada… yo sólo… sólo estoy haciendo un ejercicio… un ejercicio de control mental.

                                                              *     *     *


Octubre 17 de 2014.
RECUERDOS

Tengo una prima… bueno, en realidad tengo muchas primas, pero me refiero a una en particular que me recordó mi época de hipnotizador. En verdad no es exactamente lo que se llama una prima hermana, sino que ella es hija de una prima propiamente tal, es decir, sería algo así como una sobrina-prima o, mirado de otro punto de vista, habría que considerar que ella es nieta de una tía, o sea, sería más bien una especie de nieta-prima. Caramba, esto de los parentesco es muy complicado, el asunto es que ella es mi familiar por la línea de los Araya.

Ella me recordó cuando me dediqué a experimentar con la hipnosis. Fue la época de mi adolescencia cuando hacía poco tiempo que había fallecido mi padre, entonces en la familia buscamos cobijo en la religión católica. Precisamente lo hicimos en el momento en que llegó a la región un movimiento de misiones cristianas con curitas renovadores que salieron de las telarañas de las iglesias para acercarse directamente al pueblo.

Todas las viejas beatas del sector donde vivía, mujeres piadosas y otras no tanto, junto con unos pocos varones se reunían periódicamente en diferentes casas familiares para practicar la religión, ya sea para estudiar la biblia, hacer misas cantadas, actividades comunitarias, etc. En esas reuniones se compartía el té, galletas y tortas que con mucho esmero hacían las dueñas de casa. Los curitas jóvenes se dejaban querer y suspiraban para adentro para contener sus impulsos naturales freudianos.

Entonces los jóvenes de ese grupo decidimos crear un Centro Juvenil asistido por el padre Rossi, un singular curita jesuita, de origen italiano, profesor de filosofía del Seminario Conciliar que me inspiró la curiosidad para investigar otros senderos del pensamiento.

Los del Centro nos reuníamos en un salón del Colegio Santa Marta, ubicado en un paraje solitario que se llegaba después de cruzar un área sin iluminación, lo que antes se llamaba el arenal. En la noche sólo estaba la luz de la luna y las estrellas, y algunas parejas que por alguna misteriosa razón buscaban la oscuridad. Allí, en el salón prestado, hicimos una biblioteca con la colaboración de los vecinos.

En esa misma época llegó a la región un hipnotizador profesional que presentaba exhibiciones para mostrar su dominio espectacular sobre voluntarios del público que se dejaban hipnotizar. Era admirable la facilidad con que lograba sus propósitos, además, se rodeo de un grupo de muchachos aprendices que lo ayudaban en su función y ponían cara de encantadores de serpiente, con una mirada fiera para supuestamente penetrar en la conciencia del público.

Por supuesto que yo quedé muy impresionado y me hice el propósito de alcanzar tales superpoderes de hipnotizador. Me compré un libro sobre hipnosis y listo, manos a la obra. Practiqué un poco con la voz y me grabé varias expresiones sugestivas para hacer dormir a mis conejillos de India.

Un día, después de una reunión del Centro Juvenil en la noche, nos fuimos al arenal y en medio de la penumbra de la noche les explique a los muchachos y las muchachas sobre mis poderes mentales. Se ofrecieron varios voluntarios para experimentar y comencé mi sesión de hipnosis, era mi primera vez. Un, dos, tres… están profundamente dormidos, eran las palabras mágicas, entonces note que habían algunos supuestamente  dormidos y recordé la prueba de golpear suavemente entre las cejas para ver algún gesto de pestañeo en caso de no estar dormidos de verdad. Había uno que efectivamente estaba dormido, luego lo hice despertar con delicadeza.

Este experimento lo repetí muchas veces y cada vez era más fácil hacer dormir a mi amigo voluntario y trasmitirle diversas sugestiones, por ejemplo, quemarlo con un cigarrillo y que no sintiese dolor. Naturalmente que la noticia se filtró y se difundió rápidamente en la tribu la idea de que realizábamos prácticas diabólicas. Alarmada mi mamá me pidió explicaciones y le dije que no era nada malo, que podía hacer una sesión en casa para que viera que no había nada extraño.

De hecho, no reunimos un grupo en casa junto con mi familia y yo ceremoniosamente puse actitud de hipnotizador, con los brazos arqueados y los dedos de la mano tensos apuntando hacia delante. Como no estaba mi amigo a quien siempre hipnotizaba fácilmente tenía esta vez a otro muchacho que por primera vez se ofreció como voluntario.

Después de muchos intentos finalmente logré hacerlo dormir, pero inmediatamente comenzó a temblar y la respiración cada vez era más agitada. Me asusté y traté de despertarlo. Tranquilo… tranquilo… a la cuenta de tres despierta… uno, dos y tres. Pero esta vez las palabras mágicas no resultaron. Entonces lo zarandee, le di bofetadas... y nada. A la media hora despertó sólo, todo desorientado y con cara de asustado. Nos explicó luego que él era enfermo del corazón.

Esa fue la última vez que hipnoticé a alguien… nunca más volví a ser hipnotizador y abandoné mis ilusiones de adquirir superpoderes para dominar el mundo. Antes que pretender dominar la conciencia de otros es más importante conocer la propia. Después, por la influencia del padre Rossi, descubrí el existencialismo de Jean Paul Sartre y me identifique con el protagonista de la novela “La Nausea”, Antoine Roquentin, un hombre reflexivo y solitario que siente intensamente el vacío y lo absurdo de la vida… pero esto es otra historia.

Hace poco estuve allí de vacaciones, junto con mi familia. Un día me crucé a la salida de la vieja casa con una persona que me saludó amistosamente y me preguntó si me acordaba de mis sesiones de hipnotismo en el Centro Católico. Lo miré con curiosidad e hice un esfuerzo por recordarlo, pero no me fue posible, era sencillamente una cara extraña. El tipo me miró decepcionado, hizo un gesto de desencanto y simplemente se fue, a pesar de mi intento para retenerlo. Es triste, estoy perdiendo la memoria y son pedazos de mi vida que se van quedando en el camino.

                                                              *     *     *


Octubre 20 de 2014.
EXISTENCIALISMO

No me cabe duda que soy una persona que vivo adelantado a mi época. Debí nacer en un futuro donde la humanidad será atendida por robots que harán todo el trabajo para cubrir nuestras necesidades primarias y las personas se dedicarán al ocio, no al ocio en el sentido de vagabundería, sino me refiero en relación a actividades opuestas al negocio (no-ocio, el sucio trabajo a que nos obliga el pecado original). Dedicarse al ocio lo digo en el sentido de consagrarse a elevar el espíritu, esto es, vivir de regreso en el Paraíso bíblico.

Precisamente a eso me dedico, a cultivar mi espíritu, pero como todavía no hay robots que me mantengan, mientras tanto lo hace Inés que hasta ahora lo hace nada mal, si bien de vez en cuando se descarrila un poco. El trabajo casi siempre lo disfruté a lo largo de mi vida, especialmente disfruté el sentimiento de logro, el dinero era una consecuencia y no una meta en sí misma, pero cuando el trabajo no tiene propósitos precisos pierde todo atractivo y se vuelve una pesada y fastidiosa obligación, no tiene sentido. En cualquier caso, es más sabroso dedicarse a la vida libre… hasta donde se pueda.

Siempre he intentado buscar el sentido de las cosas y, una de las interrogantes cruciales para mí, cuando muy joven me pregunté sobre el sentido de la vida, tema muy complicado y nada fácil de responder, pero vivimos y no podemos evadir la pregunta. Es un asunto de fe, me comentaron algunos, entonces me arrodillé, abrí los brazos y esperé largo rato la revelación divina que resolviera mis preguntas, tenía la mejor voluntad de creer el mensaje que me diera luz, pero nada me llegó ni nadie me respondió, supongo que el Espíritu Santo estaba ocupado en otras cosas más importantes que atender a un desventurado muchacho.

Lo curioso de este asunto es que fue un curita filósofo, de la congregación jesuita, quien me estimuló a descubrir diferentes corrientes del pensamiento moderno. Descubrí el existencialismo y, más tarde, el marxismo. Me encontré con KierkegaardDostoievski, Heidegger, Sartre, Camus, después con Freud, Marx, Engels, etc., viejos amigos de mis aventuras de asiduo lector.

En mis tiempos juveniles leí la novela “La Náusea”, de Jean Paul Sartre, que causó un enorme impacto en mi alma sensible y desorientada. Quizás ahora ya no sea tan sensible, pero sigo tan desorientado como antes. El personaje principal de la novela iba reflexionado a lo largo de la trama y descubría lo absurdo de la vida, la existencia sin sentido, hasta el punto de provocarle náusea la angustia existencial.

La novela desnuda la vida corriente de las personas que siguen una rutina, desarrollan los quehaceres con monotonía y evitan sentir intensamente la propia existencia. Eclipsan su propia existencia con las apariencias de éxitos y superioridad social. La vida la llevan según esquemas predeterminados que obedecen a los valores que impone la sociedad, la capitalista y la socialista.

En definitiva, la novela muestra el lado lúgubre e insípido de la vida,  pero es una extraordinaria novela con un interesante relato que trasmite el pensamiento filosófico sartreano. Tuvo una influencia determinante en mí. Naturalmente que comencé a sentirme existencialista, me vestía como existencialista, mi corte de pelo era de existencialista, caminaba como existencialista y, sobre todo, era pobre como existencialista.

En aquella época ingresé a la Universidad Técnica de La Serena como existencialista, apenas tenía 16 años cuando empecé a estudiar ingeniería, y lo hice después de lograr el mejor puntaje académico en las pruebas de ingreso para aquella Universidad. Apenas lo noté, no era parte de mis preocupaciones, por lo demás, yo era el tontito de la familia.

Quise conocer más de esta filosofía y me conseguí el voluminoso libro “El ser y la nada”, ensayo de ontología fenomenológica, obra fundamental de Sartre. Fue una lectura heroica, lo leí cuidadosamente, pero fue muy poco lo que logré entender, pues es un libro muy técnico escrito para filósofos. En realidad no entendí nada, quizás por eso muchos años después en la playa le gritaba a mi hijo: nada, nada…

En todo caso, algo se me grabó, el hombre es libre, además, la existencia precede a la esencia, como dice Sartre. Vaya, esto es más sencillo de entender. El individuo nace como resultado de un acto ajeno a su voluntad, existe, pero después llega a ser como él mismo se concibe, alcanza su esencia, así entonces no es otra cosa que lo que él mismo se hace.

De manera que ahora ya me entiendo, he llegado a ser como soy, porque soy como soy. Está clarísimo ¿verdad?

                                                              *     *     *


Octubre 24 de 2014.
A PROPÓSITO DEL CRISTIANISMO

Un día mi compadre agarró a patadas a un tipo, lo destrozó y casi lo mata. Alcancé a detenerlo y le pregunté qué pasaba. Me contestó que el tipo era judío, de aquellos que habían matado a Jesucristo. ¡Pero, compadre!, eso ocurrió hace 2.000 años. Sí, pero es que yo me acabo de enterar, me respondió.

Este viejo chiste muestra el odio ancestral contra los judíos, quienes han sido satanizados y perseguido a lo largo de la historia. La persecución de los nazis contra los judíos no es más que otro caso, quizás el más dramático, en la larga persecución histórica que han sufrido. Se les ha considerado una raza maldita formada por pérfidos individuos con fama de avaros y sedientos de poder.

Algunos dicen que son tan usureros que Moisés y el pueblo judío que lo seguía estuvieron vagando en el desierto durante 40 años al parecer porque a uno de ellos se le había perdido una moneda. Esos mismos dicen que Jesús era judío, pues se conoce que trabajó en el negocio de su padre, vivió en su casa hasta los 33 años y estaba seguro que su madre era virgen.

En realidad, creo que los intereses de la religión han llevado a modificar la historia y cambiar los hechos para ajustarlo a los afanes proselitistas. Es lo que ha ocurrido con las religiones cristianas, como la católica romana, la ortodoxa, las evangélicas, las protestantes, etc., pues ven a Jesús como el fundador de una nueva religión que la separó de los judíos, olvidando que él nunca jamás dijo que ese era su cometido, pues era judío y predicaba la necesidad de respetar estrictamente la ley mosaica.

De hecho, Dios hizo una alianza con el pueblo hebreo, primero con Abraham y luego ratificada con Moisés, porque ese pueblo era el elegido, con todo el sentido de privilegio que supuestamente esto tuvo. Ellos lucharon permanentemente contra otros pueblos vecinos (gentiles), con el amparo y protección de Dios, para conquistar su espacio en la tierra prometida a fuerza de espadas y cadenas.

Dios y los judíos eran uña y carne, los demás estaban excluidos de aquella alianza. Sin embargo, fue Pablo quien cambió las cosas, me refiero a Saulo de Tarso, un judío advenedizo epiléptico paranoide y depresivo que, después de ser un violento perseguidor de los adeptos de Jesús, se transformó en un fanático cristiano tiempo después de la crucifixión del Mesías. Supuestamente tenía episodios místicos donde recibía revelaciones directas de Dios y se consideraba representante exclusivo de Jesús. Este sujeto se consideraba el apóstol trece, aunque nunca perteneció al círculo de discípulos de Jesús, y pretendía imponerse sobre los verdaderos.

La originalidad de Pablo fue interpretar la ley de Moisés de una manera más flexible para dar cabida a los gentiles (no judíos), lo cual permitió ampliar y configurar el nuevo movimiento religioso con un Dios amoroso y bondadoso, sin aquella rigidez del Dios violento y severo del Antiguo Testamento, aunque parece que era el mismo, pero con un carácter diferente, sin el mal genio anterior.

En todo caso, en aquel tiempo no existía el cristianismo propiamente tal, sino muchas sectas que podemos llamar judeo-cristianas, algunas anexas a las sinagogas, con diferentes tendencias e interpretaciones de lo que había sido la vida y el mensaje del judío Jesucristo. Estas sectas estaban diseminadas por el Imperio Romano, el Oriente Próximo y Egipto, con muy poca armonía entre ellas, cada cual con diferentes ritos y libros sagrados.

La unificación la impuso el emperador romano Constantino mucho más tarde, a partir del Concilio de Nicea (325), que fue convocado por él mismo. Allí el emperador impuso sus preferencias, puesto que él fue quien puso el billete, la comida y la música.

Sea como sea la historia y cualquiera sea la interpretación que se quiera dar, me parece importante destacar el mensaje de amor y humildad que dejó Jesucristo, vigente hasta nuestros días y, ahora más que nunca, un requisito urgente para la sobrevivencia de la humanidad. Para acoger este mensaje no necesariamente se requiere ser religioso, sino basta usar la razón.

En relación a los judíos, no tiene sentido el desprecio a ellos, menos por parte de los cristianos que han querido culparlos de la crucifixión de Cristo, para disculpar a los romanos del benefactor imperio de Constantino, ni son una mafia internacional que quiere dominar el mundo como señalan los falsos protocolos de Sión. Por el contrario, los cristianos no son más que gentiles que se arrimaron a los judíos.

Todo esto no quita que los judíos sean tacaños, a tal punto que se cuenta que ocurrió el siguiente diálogo en el Monte de Sinaí entre Dios y Moisés:

- ¿Ustedes quieren un mandamiento?
- ¿Cuánto costaría?
- Es gratis.
- ¡Entonces mándanos diez!

¡Ay!, Inés me está llamando, no sé si me pregunta si estoy comiendo el pescado, o dice que estoy cometiendo pecado. En todo caso, este domingo voy a misa a la iglesia y me confieso con el padre Karadima.

                                                              *     *     *


Octubre 24 de 2014.
LA LIBERTAD


–… y no te olvides de dejar toda la cocina limpia después que hagas el almuerzo. Cuando llegue espero que esté todo listo para almorzar – así, ya en la puerta de la casa, se despide apresuradamente Inés cuando va saliendo para su trabajo.

Soy libre, pensé. Por supuesto, puedo hacer lo que quiera… en la cocina, puedo hacer arroz con huevos fritos, o puedo hacer arroz con papas fritas, o tal vez puedo hacer arroz con salchichas fritas u otra fritura. En fin, soy libre de hacer como quiera el arroz, tengo muchas opciones para elegir. Estamos condenados a ser libres, dijo Jean Paul Sartre. Claro, ese tipo no era casado y sólo de vez en cuando se encontraba con su pareja Simone de Baeuvoir. Estoy seguro que ese tal Sartre nunca hizo arroz.

¡Caramba!, esto de la libertad no es cosa tan sencilla, pues siento que puedo hacer lo que quiera, pero cada opción tiene sus consecuencias, algunas más conscientes que otras. Por ejemplo, quisiera saltar por la ventana y ponerme a volar, sería el acto más sublime de libertad, pero no hay duda que me sacaría la merde y volaría solamente en dirección vertical descendente. Hay limitaciones biológicas, sociales y físicas que limitan la libertad, de modo  que ser libres no significa ser omnipotentes, ni siquiera Dios lo es dado que no ha podido controlar a Lucifer desde que se rebeló contra su jefatura.

En realidad sí, sí podría lanzarme a volar, pero la consecuencia no sería nada saludable y nuestro instinto de sobrevivencia evita todo aquello desagradable, a menos que sea para alcanzar después un goce superior. Entonces el ejercicio de la libertad trae aparejada las consecuencias, las cuales nos exigen que las asumamos, es decir, que respondamos por ellas. Esta es la libertad responsable, caso contrario, simplemente seríamos unos libertinos arbitrarios e inconscientes, como los animalitos que actúan sólo por instinto.

Entonces ser libres es hacer lo que se nos da la gana, pero con la debida conciencia de que debemos ser responsables de las consecuencias de nuestras elecciones en el ejercicio de la libertad. De modo que nuestra libertad estará limitada por los derechos del otro, pues el otro también es un ser humano como nosotros y que merece respeto.

Así, entonces, de todo aquello que se nos da la gana hacer debemos evitar lo que nos provoque sentido de culpabilidad. Pero, cuidado, antes debemos eliminar de nuestra conciencia el sentimiento de culpa por los asuntos que no nos corresponden, como es el caso del pecado original.

¿Qué tenemos que ver nosotros con el pecado de Adán? ¿Qué importa si fue desobediencia o una actitud lasciva de Adán para cepillarse a Eva? ¿Acaso es importante saber que Eva se comió un fruto que la Biblia no específica para nada si fue una manzana u otra cosa?

Precisamente, el sentido del “Pelagianismo” que surgió en el siglo V es que negaba la existencia del pecado original, falta que habría afectado sólo a Adán, por tanto la humanidad nacía libre de culpa. La doctrina surge del nombre de Pelayo, quien fue un monje versado en teología, que escribía con gran fluidez tanto el latín como el griego, y vivió entregado a prácticas de ascetismo. En Roma misma gozó de reputación por su austeridad y San Agustín lo llama “varón santo”. 

Naturalmente que la Iglesia Católica ha considerado esta doctrina como una herejía; sin embargo, es interesante observar dentro de la iglesia católica este importante intento de romper las cadenas del sentido de culpa por el pecado original que significa, sin duda alguna, abrir las puertas de la libertad interior para comerse la manzana sin ningún tipo de escrúpulos.

Precisamente el desarrollo de nuestra conciencia va dirigido a ampliar nuestra capacidad de elección mediante la mayor claridad de la percepción de nuestro entorno y de sí mismo, lo cual amplía nuestro espacio de libertad. Por el contrario, menos conciencia reduce nuestra libertad

¡Recórcholis! Se me está quemando el arroz… debido a mis meditaciones perdí la conciencia de mi entorno.

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Noviembre 04 de 2014.
RECORDANDO A LOT

En uno de estos días he quedado sorprendido, incluso más, me sentí aturdido sin lograr que mis ideas pudieran organizarse de una manera más o menos coherente, a pesar de que una primita en tierras lejanas dice que yo soy ilustrado, supongo que lo dice en el sentido etimológico de la palabra (“illustrare” = iluminar). Sin embargo, esta vez no he podido dar luz al entendimiento de mi nieto cuando le preguntó a Inés:

- Abuela, ¿cómo hicieron Adán y Eva para tener descendencia? Yo entiendo que ellos tuvieron varios hijos, ¿pero éstos cómo tuvieron sus propios hijos?

Observé cómo Inés puso cara de pescado, me miró suplicando que la ayudara a responder, pero sólo nos sonreímos en disimulada complicidad. Cariño, ve a jugar con tus amigos, es la expresión más socorrida para evitar las confusiones que derivan de una inocente pregunta que proviene de la sutil imposición de creencias religiosas a tan temprana edad de un niño.

Me supongo que no es lógico pensar que la descendencia viene de relaciones incestuosas de Adán con sus hijas y de Eva con sus hijos, y de entre los hermanos mismos. Si así hubiese ocurrido, entonces no sólo se habrían comido el fruto prohibido, sino que se habrían dedicado a cosechar de manera reiterada y abundante de tal árbol frutícola para tener unos acalorados bacanales que habrían durado muchos años, habida cuenta que Adán murió a los 930 años.

No creo que haya sido así, no lo podría explicar de esta forma, ya que genéticamente se hubiera degenerado la descendencia. Más bien creo que Luci - me refiero a Lucifer - tenía una casa de lenocinio en las cercanías del Jardín del Edén, con bellas y sensuales mujeres que se les caía sin dificultad la hoja de parra, y al cual llegaban habitualmente Adán, Caín, Abel y los otros hijos. Ellos procrearon a escondidas de Eva, hasta que un día ésta los descubrió y por despecho se fue con la serpiente para comerse el fruto prohibido. Entonces, todos fueron expulsados del Edén… culpa de Eva.

Esta historia, aunque tenebrosa, parece más razonable y es explicable dada la naturaleza sicalíptica del Génesis del Antiguo Testamento, al menos de algunos pasajes muy poco revelados en los templos judíos, cristianos y musulmanes que estudian y divulgan la Biblia. Es el caso de la historia de Lot, sobrino del patriarca Abraham.

Lot acompañó a su tío Abraham en el viaje a Canaán, la tierra prometida, junto con sus respectivas familias. Lot se instaló en las cercanías de Sodoma y Gomorra y Abraham se fue más al norte. Ocurrió que un día Dios se enteró de las orgías que se llevaban a cabo en el pueblo, que era un antro de completa perdición, y decidió destruirlo, pero previamente por intercesión de Abraham actúo para salvar a Lot y su familia, entonces envió dos ángeles con apariencia humana.

Lot recibió en su casa a los ángeles, sin saber quienes eran, y les brindó hospedaje, pero entonces apareció una multitud enardecida que intentaba violar a los visitantes, para calmarlos Lot les ofreció a sus dos hijas vírgenes.  Les dice: “Mirad, dos hijas tengo que no han conocido varón, os las sacaré para que hagáis con ellas como bien os parezca, pero a esos hombres no les hagáis nada, pues para eso se han acogido a la sombra de mi techo” (véase Gen. 19, Sagrada Biblia, versión Nácar Colunga).

¡Vaya personaje tan atento con sus huéspedes! ¡Y es un protegido de Dios!, quien mientras tanto mira para otro lado como si nada ocurriese. No le pasó nada a Lot, pero a su esposa la convirtió en estatua de sal sólo por echar una miradita hacia atrás, a Sodoma y Gomorra que se consumía en las llamas de su destrucción. Es injusto, ¿verdad?

Además, las hijas de Lot eran unas joyitas non sancta, pues un día que tenían cierto aburrimiento decidieron emborrachar al viejo y se acostaron con él. Dice la Biblia que Lot ni siquiera se enteró, vaya usted a creer. Ambas tuvieron sus hijos bastardos, de donde provienen los Moabitas y los Amonitas, y Dios otra vez mirando para otro lado como si nada. ¿Qué tal?

Se supone que la Biblia es fuente de moral y ética, pero este caso parece un cuento de perversiones pornográficas. ¿Cuál es la enseñanza de este texto? Todo esto es demasiado grotesco, definitivamente no lo entiendo. A mí me parece que quedamos mejor parados si suponemos que descendemos de los monos, como decía Darwin, porque de éstos loquitos es mejor estar bien lejos.

                                                              *     *     *


Noviembre 09 de 2014.
SEXISMO EN EL LENGUAJE

Ya llevamos 15 años de gobiernos chavistas, desde que se inició este ciclo con Hugo Chávez y hoy continúa Nicolás Maduro, un largo camino donde han ocurrido muchas cosas, muy buenas para los simpatizantes y muy malas para los detractores, prácticamente no caben los términos medios, pero en cualquier caso se ha desatado una incontinencia de verborragia por parte de los líderes y prosélitos del gobierno que no tiene parangón alguno.

No es cualquier verborrea, sino una que usa un lenguaje supuestamente progresista, que utiliza expresiones de una lengua que se opone a lo que llaman el lenguaje sexista, como si las palabras tuviesen sexo y el idioma español fuese intrínsecamente machista. Confunden sexo con género, para supuestamente hacer visible y dignificar a la mujer que el capitalismo la ha mercantilizado, como si este cambio fuese tarea del hablar, sin adoptar verdaderas actitudes y acciones concretas.

En este sentido, a la esposa del Presidente ya no se le llama Primera Dama como convencionalmente se hacía, sino que ahora se denomina Primera Combatiente, para enaltecer a la mujer en un combate que nadie sabe cuál es y nadie se ha atrevido a preguntárselo a la primerísima, porque ahora la susodicha ni siquiera habla.

En su entusiasmo retórico, en un discurso público ante las masas populares, Maduro se refirió a sus seguidores como “millones y millonas de Bolívar”, como si hubiesen chavistas bolivarianas y chavistos bolivarianos. Del mismo modo, se refieren al personal del ejército como los “soldados y soldadas” en un exagerado desdoblamiento de los términos, que además de ser un horrible estilo gramatical, es absolutamente incorrecto y va en contra de la más elemental economía de lenguaje.

Como aquí todo se resuelve con una revolución que lucha contra adversarios reales e imaginarios que habría en todas partes, el imperialismo, la burguesía, el fascismo, los empresarios, el capitalismo, la oposición, los contra-revolucionarios, los anti-patriotas, los guarimberos, los saboteadores, etc., entonces tenemos una revolución en la economía, otra revolución en el conocimiento, en la ciencia, en la cultura, en la tecnología, en las misiones socialistas, en la política del Estado, en la organización territorial. Dentro de este maremágnum de revoluciones está por supuesto la del lenguaje.

Como todo, se cambian las formas sin importar mayormente qué pasa con el fondo de las cosas, por ejemplo, se ha cambiado el nombre de casi todas las instituciones públicas, el gobierno es popular porque ahora existen los Ministerios para el Poder Popular de las áreas tradicionales de antes y muchas otras más, la población es feliz porque existe el Vice-ministerio para la Suprema Felicidad Social, el pueblo está protegido porque existe la Defensoría del Pueblo. Y así, todo se resuelve con nuevos nombres… para ellos es asunto de lenguaje.

Si existiese un problema con las nubes, entonces para los chavistas es muy simple, se crearía un ministerio del poder popular de nubes, y ya está. Si no hay suficiente dinero para cubrir los gastos de la nación, esto no es ninguna contrariedad para el gobierno, se fabrican más billetes y listo. Pero si esta medida produce inflación, no importa para los chavistas, se controlan los precios y se persigue a los comerciantes. Entonces deja de haber producción nacional, pero claro que para ellos esta situación no es problema, esto les da risa, pues sencillamente se importa del extranjero todo lo que haga falta.

Sin embargo, no es tan sencillo debido a que ahora no hay suficientes dólares, entonces el gobierno se defiende explicando que hay montado por el imperialismo y sus lacayos nacionales una guerra económica para ensombrecer los grandes triunfos de la revolución bolivariana, el precio del petróleo baja por culpa del imperialismo que produce más, no hay comida porque los contrabandistas se la llevan, hay más homicidios porque vienen los sicarios de Colombia, los supermercados esconden los alimentos, etc.

Han envilecido al pueblo dándoles migajas, mientras ellos se enriquecen con el saqueo al erario nacional y hacen espuma en la boca con su lenguaje revolucionario. Han dilapidado la riqueza petrolera que debería haber sido un instrumento para el desarrollo del país, pero han preferido verla como un botín de guerra que se reparte entre sus favoritos y los jefes supremos se quedan con la mejor parte, como en los tiempos de los piratas.

Se confunde intencionalmente lo básico con lo accidental, se hace creer a la gente que modificando las apariencias de las cosas se modifica la esencia de las mismas, curiosa filosofía. Esto se parece al cuento del tipo que encontró a su esposa acostada con el vecino en el sofá de la sala de su casa, entonces en un ataque de ira se dijo: “venderé el sofá". Así resuelven los problemas

Predican la igualdad del hombre y la mujer, pero la violencia contra la mujer sigue igual o peor, las discriminadas oportunidades laborales de la mujer no ha cambiado en nada, la maternidad infantil es horrorosa en el país, cada vez hay más madres que sufren la pérdidas de sus hijos por la violencia, pero para el gobierno esto se resuelve con un nuevo lenguaje… ¡vaya barbaridad!

Si digo: “compatriotas, despierten”, seguramente un chavista entenderá que sólo me refiero a las mujeres. Entonces diré como ellos: “compatriotas y compatriotos, despertad”, para abarcar a la mayoría de la población y, de esta manera según ellos, dirigirme a ambos sexos. El problema, en este orden de ideas, es que para incluir también a los gay habría que inventar otro término, por ejemplo, compatriotis.

Un saludo, compatriotas, compatriotos y compatriotis.

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Noviembre 04 de 2014.
PANEM ET CIRCENSES

Ocurrió un día de festividades en el Circo Romano, en la época cuando el Imperio tomaba represalias contra los cristianos, quienes supuestamente habían incendiado a Roma. Estaba Nerón en la gradas del anfiteatro, en su sitio de honor, tendido sobre alfombras rojas y un racimo de uvas en su mano, rodeado de hermosas féminas solo cubiertas de trasparentes sedas orientales, mientras contemplaba el espectáculo que consistía en que algunos leones perseguían y se comían a varios cristianos que corrían por la arena. De repente Neroncito, su hijo pequeño, se puso a llorar desconsoladamente.

- Cuchi, cuchi, ¿qué le esta pasando, mi niño?

- ¡Snif!… es que… ¡snif!... es que esos leones grandes no le dejan nada de comer a los leoncitos pequeños.

Más o menos así estamos viviendo la nueva sensibilidad de esta Venezuela, cambiada por la Revolución Bolivariana del Socialismo del siglo XXI e inspirada en el pensamiento de Marx, Jesúcristo, Bolívar, Maisanta y Chávez, el águila que no come moscas, algo así como una ensalada con mango y huevos fritos. Aquí los leones son la Policía, la Guardia, los Tribunales, el Congreso, los Ministerios, la Fiscalía, el Partido, etc. y los cristianos son la burguesía, los empresarios, la disidencia, las universidades autónomas, los colegios privados y todo lo que huela a oposición al gobierno.

Los leoncitos pequeños estarían representados por el pueblo, los trabajadores, los buhoneros, los motorizados, los colectivos, los comuneros, etc. Ellos comen las piltrafas y los huesos que dejan los leones grandes que con su apetito insaciable devoran el erario nacional. Pero el pueblo envilecido con lo que agarran en el rebose del botín de los grandes se sienten alegres, igual que los romanos de la época de los emperadores, porque les dan pan y circo.

El pan se consigue en los mercados populares - Mercal, Pdval, Bicentenarios - que después de hacer una cola de 4 ó 5 horas se consigue una ración de harina, aceite, azúcar, arroz, pasta y quizás carne, aunque en realidad no es propiamente carne, sino pellejos de carne. Yo me pregunto si acaso las vacan que benefician sólo tienen pellejos, ¿y la carne de primera?, ¿y la carne de segunda?, ¿adónde se va el lomo, la chocozuela, el pollo de res, la pulpa negra, el muchacho redondo, el muchacho cuadrado, etc.?

El gobierno dice cínicamente que ahora la población tiene sobrepeso porque come mucho más que antes, pretendiendo ocultar que ahora la población se mal alimenta con exceso de carbohidratos y grasas malas, saturadas, hidrogenadas y trans. La alimentación se basa en arepas frita, arroz, fideos y ocasionalmente pellejos de carne que son casi todo grasas, sin consumir verduras ni frutas cuyos precios se han vuelto prohibitivos. Así quién no va a estar gordo, con la panza llena de lombrices.

El circo se consigue en todas partes, especialmente con los políticos que son los payasos del espectáculo diario. El último discurso de ellos, con motivo del presupuesto para el año 2015, es que vamos muy bien y que estaremos mucho mejor el próximo año. Este año tenemos una inflación de 70% anual, en los alimentos es más de 100%, la economía ha decrecido y la escasez de alimentos es asfixiante, aunque según ellos solamente hay unos problemillas causados por la guerra económica contra el país. Además, para el año entrante tendremos un petróleo cuyo precio ha bajado más de 30%, y sus ingresos representan el 96% de las exportaciones nacionales, se vencen fuertes pagos de la deuda externa para el 2015, las empresas del país cada vez producen menos, sin embargo, dicen que estaremos mejor.

Pero tenemos circo, parafraseando a los chavistas que dicen: tenemos patria. Sí, tan es así el circo y permanente carnaval que tenemos que ha ocurrido esta semana que se han suspendido las clases escolares, porque el Consejo Electoral realiza unas elecciones para el partido de gobierno. Es lo más sorprendente y surrealista que ocurre, para realizar unas elecciones internas de los dirigentes de base del partido principal de gobierno se han tomado varias escuelas públicas y privadas para que un organismo del Estado las realice.

Ni siquiera se trata de que organicen el evento para un fin de semana y no interrumpan las clases. No, no es así, sino que con los militares se toman las instituciones escolares por toda la semana, con el aval del Ministerio de Educación. ¡Qué arbitrariedad tan descarada! ¡Insólito!

Sin embargo, esto no es lo más sorprendente. Lo que a mí más me parece extraordinario es que nadie ha reclamado nada, y si alguien lo ha hecho no se ha escuchado en ninguna parte. Definitivamente el pueblo se ha envilecido y se han perdido los valores que permiten el progreso de una sociedad. Los maestros que se supone tienen el compromiso hidalgo de educar en valores superiores, resulta que son los primeros en celebrar unas vacaciones inesperadas. Y los estudiantes, que son el futuro del país, se sienten libres de compromisos y responsabilidades.

Nos hemos vuelto una sociedad de pan y circo, como decía el poeta romano Juvenal, panem et circenses, para mostrar su desprecio por la decadencia de sus contemporáneos romanos que olvidaban sus deberes cívicos. Así es nuestra desgracia en este gobierno de los lambucios.

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